Mi Reino – dijo Jesús – será como las diez vírgenes que, con sus lámparas, salieron no recibir al esposo: cinco eran prudentes y cinco, insensatas. Las insensatas no tomaron consigo aceite; mas las prudentes lo tomaron junto con sus lámparas. Y, tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: “¡Aquí viene el esposo, salid a recibirlo!”. Entonces, se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: “Dadnos, aceite, pues nuestras lámparas se apagan”. Y ellas respondieron: “Para que no nos falte a todas, id a los que venden y comprad para vosotras”.
Pero, mientras compraban, vino el esposo. Y las prudentes entraron con él a la boda y se cerró la puerta. Cuando regresaron las otras vírgenes, clamaron: “Señor, ¡ábrenos!”. Más él les dijo: “De cierto os digo que no os conozco”.
Velad, pues – concluyó Jesús – porque no sabéis día ni hora en que el hijo del Hombre ha de venir.
Interpretación: El Maestro no quiere que seamos insensatos, sino que cuidemos nuestras vidas y que estemos alertas ante su inminente retorno.
Respuesta:
Mi Reino – dijo Jesús – será como las diez vírgenes que, con sus lámparas, salieron no recibir al esposo: cinco eran prudentes y cinco, insensatas. Las insensatas no tomaron consigo aceite; mas las prudentes lo tomaron junto con sus lámparas. Y, tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: “¡Aquí viene el esposo, salid a recibirlo!”. Entonces, se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: “Dadnos, aceite, pues nuestras lámparas se apagan”. Y ellas respondieron: “Para que no nos falte a todas, id a los que venden y comprad para vosotras”.
Pero, mientras compraban, vino el esposo. Y las prudentes entraron con él a la boda y se cerró la puerta. Cuando regresaron las otras vírgenes, clamaron: “Señor, ¡ábrenos!”. Más él les dijo: “De cierto os digo que no os conozco”.
Velad, pues – concluyó Jesús – porque no sabéis día ni hora en que el hijo del Hombre ha de venir.
Interpretación: El Maestro no quiere que seamos insensatos, sino que cuidemos nuestras vidas y que estemos alertas ante su inminente retorno.
Explicación: