Cuenta la historia que cuando ella se encontraba trabajando en su telar debajo de la sombra de un lúcumo, Cuniraya (que pasaba por ahí) quedó enamorado de la gran hermosura de esta princesa. Amor a primera vista. Conociendo la fama de Cavillaca y lo difícil que era llegar a su corazón, el dios Cuniraya se convirtió en una pequeña ave y desde una rama colocó su semen en una lúcuma y la hizo caer en el regazo de la princesa. Ella se comió la olorosa lúcuma y disfrutó de su sabor, tiempo después quedó embarazada.
A los nueve meses la princesa Cavillaca dio a luz a un niño, sin embargo, ella no sabía quién era el padre de este. Esta pregunta rondaba su cabeza y cuando el niño cumplió un año ella decidió conocer la verdad.
Cuenta la historia que cuando ella se encontraba trabajando en su telar debajo de la sombra de un lúcumo, Cuniraya (que pasaba por ahí) quedó enamorado de la gran hermosura de esta princesa. Amor a primera vista. Conociendo la fama de Cavillaca y lo difícil que era llegar a su corazón, el dios Cuniraya se convirtió en una pequeña ave y desde una rama colocó su semen en una lúcuma y la hizo caer en el regazo de la princesa. Ella se comió la olorosa lúcuma y disfrutó de su sabor, tiempo después quedó embarazada.
A los nueve meses la princesa Cavillaca dio a luz a un niño, sin embargo, ella no sabía quién era el padre de este. Esta pregunta rondaba su cabeza y cuando el niño cumplió un año ella decidió conocer la verdad.