berenoce
Masacre del 2 y 3 agosto de 1810 fallecieron alrededor de 300 quiteños. La historia nos dice que un grupo de ciudadanos desarmados asaltaron las prisiones para liberar a los patriotas que se encontraban presos después del Primer Grito de Independencia de 1809, pero ante la alarma, soldados realistas asesinaron a 32 de los detenidos que se encontraban en las dependencias altas y bajas del edificio, entre ellos los principales jefes de la Revolución de Quito, Salinas, Quiroga, Larrea, Ascázubi, Morales, Riofrío, Villalobos, entre otros. los motines se volcaron también en las calles ocasionando sangrientos enfrentamientos. La Suprema Junta decretó tres días de duelo, como demostración de dolor por la irreparable pérdida de los próceres.
La intervención del obispo José Cuero y Caicedo contribuyó a detener los enfrentamientos y a pacificar la ciudad. Las autoridades de la Corona española quisieron justificar la masacre con la versión de que los cuarteles habían sido asaltados por ciudadanos ebrios.
Doce años después, el 24 de mayo de 1822, tropas independentistas al mando del Mariscal Antono José de Sucre derrotaron a tropas reales y aseguraron la independencia de las provincias que pertenecían a la Real Audiencia de Quito, territorio que ocho años después (1830) se convertiría en la República del Ecuador
La intervención del obispo José Cuero y Caicedo contribuyó a detener los enfrentamientos y a pacificar la ciudad. Las autoridades de la Corona española quisieron justificar la masacre con la versión de que los cuarteles habían sido asaltados por ciudadanos ebrios.
Doce años después, el 24 de mayo de 1822, tropas independentistas al mando del Mariscal Antono José de Sucre derrotaron a tropas reales y aseguraron la independencia de las provincias que pertenecían a la Real Audiencia de Quito, territorio que ocho años después (1830) se convertiría en la República del Ecuador