Cómo podría aquí cuando la tarde baja con fina piel de leopardo hacia tu demorado cuerpo no ver tu transparencia.
Enciende sobre el aire mortal que nos rodea tu luminosa sombra. En lo recóndito te das sin terminar de darte y quedo encendido de ti como respuesta engendrada de ti desde mi centro.
Quién eres tú, quién soy, dónde terminan, dime, las fronteras y en qué extremo de tu respiración o tu materia no me respiro dentro de tu aliento.
Que tus manos me hagan para siempre, que las mías te hagan para siempre y pueda el tenue soplo de un dios hacer volar al pajarillo de arcilla para siempre.
Poema escrito por José Angel Valente, poeta español nacido en 1929, en Orense, España.
Iluminación
Cómo podría aquí cuando la tarde baja
con fina piel de leopardo hacia
tu demorado cuerpo
no ver tu transparencia.
Enciende sobre el aire
mortal que nos rodea
tu luminosa sombra.
En lo recóndito
te das sin terminar de darte y quedo
encendido de ti como respuesta
engendrada de ti desde mi centro.
Quién eres tú, quién soy,
dónde terminan, dime, las fronteras
y en qué extremo
de tu respiración o tu materia
no me respiro dentro de tu aliento.
Que tus manos me hagan para siempre,
que las mías te hagan para siempre
y pueda el tenue
soplo de un dios hacer volar
al pajarillo de arcilla para siempre.
Poema escrito por José Angel Valente, poeta español nacido en 1929, en Orense, España.