· Pasión. El camino del emprendedor no siempre será fácil. Pero la pasión por su idea y su proyecto le allanarán el camino. Con pasión, el emprendedor se aferra a lo que anhela. Y además, disfruta de ese proceso, lo saborea, lo vive con intensidad. El emprendedor vive por y para su idea y lo transmite a los demás en su forma de expresarse, de pensar y de relacionarse.
· Creatividad e innovación. No tan sólo para tener la idea sobre la que sustentar su proyecto empresarial, sino también para saber desarrollarlo con éxito. También para saber innovar sobre su producto o servicio, encontrando nuevas variantes, nuevos nichos de mercado al que hacerlo llegar, etc. La creatividad e innovación le acompañarán durante toda su vida. No se conformará con su primera idea, siempre querrá encontrar otras nuevas.
· Liderazgo y trabajo en equipo. El emprendedor se convertirá en la persona encargada de llevar hacia delante su idea junto con las personas que se involucren en el proyecto. Deberá saber trabajar en equipo y liderarlo para que llegue a buen puerto.
· Comprometido. Si él no cree en su idea, nadie lo hará. Un emprendedor se compromete con su proyecto hasta el final, no lo abandona nunca. Es tenaz y no desiste.
· Estar preparado para el fracaso y ser optimista. El éxito no siempre llega en el primer intento. A veces se fracasa. Y de los fracasos se debe aprender. Un buen emprendedor ha de estar preparado para que las cosas no salgan bien y tener la capacidad de encontrar oportunidades en las malas experiencias. Además, debe ser optimista y encontrar los aspectos positivos en las experiencias negativas. Y sobre todo, estar constantemente aprendiendo de todo.
· Autoestima y ambición. El buen emprendedor confía en si mismo, en sus capacidades, en el éxito de su idea y anhela el éxito en su proyecto.
· Pasión. El camino del emprendedor no siempre será fácil. Pero la pasión por su idea y su proyecto le allanarán el camino. Con pasión, el emprendedor se aferra a lo que anhela. Y además, disfruta de ese proceso, lo saborea, lo vive con intensidad. El emprendedor vive por y para su idea y lo transmite a los demás en su forma de expresarse, de pensar y de relacionarse.
· Creatividad e innovación. No tan sólo para tener la idea sobre la que sustentar su proyecto empresarial, sino también para saber desarrollarlo con éxito. También para saber innovar sobre su producto o servicio, encontrando nuevas variantes, nuevos nichos de mercado al que hacerlo llegar, etc. La creatividad e innovación le acompañarán durante toda su vida. No se conformará con su primera idea, siempre querrá encontrar otras nuevas.
· Liderazgo y trabajo en equipo. El emprendedor se convertirá en la persona encargada de llevar hacia delante su idea junto con las personas que se involucren en el proyecto. Deberá saber trabajar en equipo y liderarlo para que llegue a buen puerto.
· Comprometido. Si él no cree en su idea, nadie lo hará. Un emprendedor se compromete con su proyecto hasta el final, no lo abandona nunca. Es tenaz y no desiste.
· Estar preparado para el fracaso y ser optimista. El éxito no siempre llega en el primer intento. A veces se fracasa. Y de los fracasos se debe aprender. Un buen emprendedor ha de estar preparado para que las cosas no salgan bien y tener la capacidad de encontrar oportunidades en las malas experiencias. Además, debe ser optimista y encontrar los aspectos positivos en las experiencias negativas. Y sobre todo, estar constantemente aprendiendo de todo.
· Autoestima y ambición. El buen emprendedor confía en si mismo, en sus capacidades, en el éxito de su idea y anhela el éxito en su proyecto.