La i-democracia: Participación ciudadana e información de los sujetos políticos
En el mundo actual, las tecnologías de la información y de la comunicación se han convertido en instrumentos que apoyan la construcción de una democracia participativa e inclusiva, al permitir a los ciudadanos reflexionar en base a información pública de organizaciones políticas y candidatos, mediante espacios para generar participación, diálogos y reflexión social. Una ciudadanía informada constituye una de las bases de una democracia dinámica, en la que los ciudadanos generan una memoria colectiva con una permanente búsqueda, recolección, análisis y difusión de información de los sujetos políticos que participan en los procesos electorales. Como resultado de un ciudadano informado tenemos: mayor Transparencia y accountability, una mejor democracia, mejores decisiones en el momento de elegir autoridades, mejor ejercicio de su participación ciudadana en temas públicos, apoderamiento de la acción pública de sus representantes, y se facilita la rendición de la gestión de sus autoridades electas.
El concepto de rendición de cuentas tiene su origen en la teoría de la superioridad democrática de la representatividad de John Locke, basada en la noción de que la rendición de cuentas sólo es posible cuando existe una clara distinción entre gobernados y gobernantes (Locke, 1690). Desde entonces y hasta la actualidad, el concepto se mantiene vigente, por lo que es fundamental comprender que en una democracia representativa la ciudadanía transfiere su poder de toma de decisión al gobierno, y que por ende debe haber un mecanismo para que dicho gobierno rinda cuentas de sus decisiones y procedimientos. Así mismo, ante el incumplimiento de una gestión transparente se debe poder sancionar al gobierno, e incluso en caso de ser necesario, removerlo. Cabe resaltar que muchas veces se asocia a la rendición de cuentas como un término financiero, pero aún en esta área, mantiene la base del concepto general de delegar cierta autoridad, evaluar el desempeño e imponer sanciones en caso de ser necesario (Barton, 2006).
La i-democracia así como el uso de nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) facilitan, sin duda alguna, el acceso de la ciudadanía a diversas fuentes de información sobre las organizaciones políticas y sus candidatos, lo que contribuye a una mejor reflexión para ejercer un voto informado y consciente. Como consecuencia, podemos aseverar que las redes sociales se han convertido en un medio alternativo de comunicación para difundir propuestas e importantes aliados en aras de gestiones más transparentes en la arena política. El uso de redes sociales como Facebook, Twitter, Youtube, Flickr en el proceso electoral del 2013 fue muy dinámico y demostró gran interés por parte de la ciudadanía en seguir a sus candidatos. Por lo que la apuesta actual para fomentar la Transparencia y accountability de las organizaciones políticas se orienta hacia la i-democracia y la i-participación, principalmente a través de las nuevas tecnologías. Esto se ve reforzado, cuando en el Ecuador tenemos un 62% de usuarios de internet.
A partir de la experiencia ecuatoriana, resaltamos la Transparencia y accountability y la rendición de cuentas como valores que están siendo reforzados en la ciudadanía, en las autoridades y en las organizaciones políticas a través de diversos mecanismos. Satisfactoriamente, esto ha evidenciado un empoderamiento de la ciudadanía y de los actores políticos quienes han dado pasos firmes para contribuir en la formación de una cultura de mayor Transparencia y accountability e información. Pero para lograr una gestión transparente con procesos de rendición de cuentas efectivos, la información debe ser asequible para toda la ciudadanía, con la finalidad de que conozcan sus derechos y deberes en esta construcción de un país más participativo, incluyente y democrático.
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La i-democracia: Participación ciudadana e información de los sujetos políticos
En el mundo actual, las tecnologías de la información y de la comunicación se han convertido en instrumentos que apoyan la construcción de una democracia participativa e inclusiva, al permitir a los ciudadanos reflexionar en base a información pública de organizaciones políticas y candidatos, mediante espacios para generar participación, diálogos y reflexión social. Una ciudadanía informada constituye una de las bases de una democracia dinámica, en la que los ciudadanos generan una memoria colectiva con una permanente búsqueda, recolección, análisis y difusión de información de los sujetos políticos que participan en los procesos electorales. Como resultado de un ciudadano informado tenemos: mayor Transparencia y accountability, una mejor democracia, mejores decisiones en el momento de elegir autoridades, mejor ejercicio de su participación ciudadana en temas públicos, apoderamiento de la acción pública de sus representantes, y se facilita la rendición de la gestión de sus autoridades electas.
El concepto de rendición de cuentas tiene su origen en la teoría de la superioridad democrática de la representatividad de John Locke, basada en la noción de que la rendición de cuentas sólo es posible cuando existe una clara distinción entre gobernados y gobernantes (Locke, 1690). Desde entonces y hasta la actualidad, el concepto se mantiene vigente, por lo que es fundamental comprender que en una democracia representativa la ciudadanía transfiere su poder de toma de decisión al gobierno, y que por ende debe haber un mecanismo para que dicho gobierno rinda cuentas de sus decisiones y procedimientos. Así mismo, ante el incumplimiento de una gestión transparente se debe poder sancionar al gobierno, e incluso en caso de ser necesario, removerlo. Cabe resaltar que muchas veces se asocia a la rendición de cuentas como un término financiero, pero aún en esta área, mantiene la base del concepto general de delegar cierta autoridad, evaluar el desempeño e imponer sanciones en caso de ser necesario (Barton, 2006).
La i-democracia así como el uso de nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) facilitan, sin duda alguna, el acceso de la ciudadanía a diversas fuentes de información sobre las organizaciones políticas y sus candidatos, lo que contribuye a una mejor reflexión para ejercer un voto informado y consciente. Como consecuencia, podemos aseverar que las redes sociales se han convertido en un medio alternativo de comunicación para difundir propuestas e importantes aliados en aras de gestiones más transparentes en la arena política. El uso de redes sociales como Facebook, Twitter, Youtube, Flickr en el proceso electoral del 2013 fue muy dinámico y demostró gran interés por parte de la ciudadanía en seguir a sus candidatos. Por lo que la apuesta actual para fomentar la Transparencia y accountability de las organizaciones políticas se orienta hacia la i-democracia y la i-participación, principalmente a través de las nuevas tecnologías. Esto se ve reforzado, cuando en el Ecuador tenemos un 62% de usuarios de internet.
A partir de la experiencia ecuatoriana, resaltamos la Transparencia y accountability y la rendición de cuentas como valores que están siendo reforzados en la ciudadanía, en las autoridades y en las organizaciones políticas a través de diversos mecanismos. Satisfactoriamente, esto ha evidenciado un empoderamiento de la ciudadanía y de los actores políticos quienes han dado pasos firmes para contribuir en la formación de una cultura de mayor Transparencia y accountability e información. Pero para lograr una gestión transparente con procesos de rendición de cuentas efectivos, la información debe ser asequible para toda la ciudadanía, con la finalidad de que conozcan sus derechos y deberes en esta construcción de un país más participativo, incluyente y democrático.