marianaflor124 pues te podría servir este :3 Érase una vez un niño que siempre trataba a su madre con gritos e insultos, sin importarle lo mucho que esto la entristecía. Un día, sin saber cómo,despertó en un lugar inmenso y solitario, sentado sobre una roca de la que surgían cuatro columnas que parecían sustentar el mundo entero. Estaba allí solo, cuando al poco vio llegar una inmensa bandada de cuervos con picos de metal que se lanzaron contra la roca, picoteándola con fuerza. Cuando volvió a estar sólo, misteriosamente se abrió una puerta en una de las columnas, y de ella salió una niña simpática y preciosa. -¿Has venido a ayudarnos? ¡qué bien! nos hace falta toda la gente posible. El niño no comprendía, y viendo su extrañeza, la niña le explicó. -¿Así que no sabes dónde estás? Esto es el centro de la tierra, estas columnas lo sujetan todo, y la piedra sobre la que estás las mantiene unidas -¿Y a qué queréis que os ayude?- dijo el niño extrañado. - Pues a cuidar la piedra, claro. Se te ve en la cara que eres la persona ideal-respondió la niña-.Los pájaros que has visto son cada vez más numerosos, y si no cuidamos esta piedra un día se romperá y todo se vendrá abajo. - ¿Que se me ve en la cara?-exclamó el niño sorprendido-¡Pero si nunca he cuidado una piedra! - Pero aprenderás a hacerlo, igual que hasta ahora no lo has hecho. Toma, mírate en este espejo- respondió la niña mientras le ponía un espejo frente a la cara.Entonces el niño se vio reflejado, y pudo ver claramente cómo su rostro parecía el de un pájaro, y su nariz comenzaba a estar metalizada. Quedó allí parado, asustado y preocupado, sin decir palabra.
- Todos esos pájaros fueron niños como tú y como yo-explicó la niña-pero ellos decidieron no cuidar este lugar. Ahora que son mayores, se han convertido en pájaros malvados que sólo lo destruyen. Hasta ahora, tú no has hecho mucho por cuidarlo, pero ahora que ya lo sabes, ¿me ayudarás a conservar todo esto? - dijo con una sonrisa mientras le tendía la mano. El niño no terminaba de comprender todo aquello, pero entonces, al mirar de cerca las columnas, vió que cada una estaba hecha de miles y miles de figuritas representado los grandes valores: sinceridad, esfuerzo, honradez, generosidad.... Y al acercarse al suelo, comprobó que la enorme roca estaba formada por las diminutas historias de niños respetando a sus madres, abuelos, hermanos, ancianos... sobre la que los cuervos trataban de grabar escenas de gritos e insultos. Y junto a sus pies, pudo ver su propio dibujo, el de la última vez que había gritado a su madre. Aquella imagen, en aquel extraño lugar, le hizo ver que era el respeto lo que mantenía unidas las columnas de los valores que sostienen el mundo. El niño, arrepentido, permaneció allí cuidando la roca durante días y días, con alegría y buenas obras, reponiendo el daño que causaba cada aparición de los pájaros, sin llegar a dormir un minuto. Así estuvo hasta que, agotado por el esfuerzo, cayó rendido. Al despertar, volvía a estar en su casa, y no sabía si todo aquello había sido un sueño; pero de lo que sí estaba seguro, era de que ningún cuervo volvería a grabar un dibujo suyo gritando a su madre.
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bailarinatutu
EL GATO HERIDOCuento Corto Infantil para niñas y niños, creado por: Levis Luz Dimas Una mañana Lucas paseaba su pequeño perro, de regreso a casa escuchó dentro unos matorrales un gatito maullando, se acercó con cuidado y lo observó.– “Está lesionado, lo llevaré a casa para ayudarlo”. – Dijo Lucas.Cuando el perro vio que le iba a curar empezó a ladrar, su amo lo acarició diciéndole que no se enfadara, que estuviera tranquilo, que necesitaba ayuda y él le cuidaría.El perro se quedó quieto, al llegar a casa Lucas lavó la herida que tenía el gato y de inmediato lo llevó al veterinario. Éste lo examinó y ordenó emplearle una medicina.El animal fue devuelto a casa de su protector para recibir el tratamiento, a los pocos días de estar con el perro éste empezó a distraerlo con sus juegos y se convirtieron en buenos amigos. Cuando el gato se recuperó el joven pensó entregarlo a una vecina que lo quería tener, el amigo fiel al conocer la noticia entristeció y casi llorando preguntó a su amo porque quería regalar su amigo.– “Él ha sido nuestra compañía últimamente, yo le he tomado cariño ¿Tu no? Yo pensé que te incomodaba su presencia, pero si no hay problema aquí se quedara con nosotros”. – Dijo el amo.Desde entonces Lucas el perro y el gato salen todas las mañanas y las tardes causando admiración a los transeúntes por tan extraña amistad.FIN
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Érase una vez un niño que siempre trataba a su madre con gritos e insultos, sin importarle lo mucho que esto la entristecía. Un día, sin saber cómo,despertó en un lugar inmenso y solitario, sentado sobre una roca de la que surgían cuatro columnas que parecían sustentar el mundo entero. Estaba allí solo, cuando al poco vio llegar una inmensa bandada de cuervos con picos de metal que se lanzaron contra la roca, picoteándola con fuerza. Cuando volvió a estar sólo, misteriosamente se abrió una puerta en una de las columnas, y de ella salió una niña simpática y preciosa.
-¿Has venido a ayudarnos? ¡qué bien! nos hace falta toda la gente posible.
El niño no comprendía, y viendo su extrañeza, la niña le explicó.
-¿Así que no sabes dónde estás? Esto es el centro de la tierra, estas columnas lo sujetan todo, y la piedra sobre la que estás las mantiene unidas
-¿Y a qué queréis que os ayude?- dijo el niño extrañado.
- Pues a cuidar la piedra, claro. Se te ve en la cara que eres la persona ideal-respondió la niña-.Los pájaros que has visto son cada vez más numerosos, y si no cuidamos esta piedra un día se romperá y todo se vendrá abajo.
- ¿Que se me ve en la cara?-exclamó el niño sorprendido-¡Pero si nunca he cuidado una piedra!
- Pero aprenderás a hacerlo, igual que hasta ahora no lo has hecho. Toma, mírate en este espejo- respondió la niña mientras le ponía un espejo frente a la cara.Entonces el niño se vio reflejado, y pudo ver claramente cómo su rostro parecía el de un pájaro, y su nariz comenzaba a estar metalizada. Quedó allí parado, asustado y preocupado, sin decir palabra.
- Todos esos pájaros fueron niños como tú y como yo-explicó la niña-pero ellos decidieron no cuidar este lugar. Ahora que son mayores, se han convertido en pájaros malvados que sólo lo destruyen. Hasta ahora, tú no has hecho mucho por cuidarlo, pero ahora que ya lo sabes, ¿me ayudarás a conservar todo esto? - dijo con una sonrisa mientras le tendía la mano.
El niño no terminaba de comprender todo aquello, pero entonces, al mirar de cerca las columnas, vió que cada una estaba hecha de miles y miles de figuritas representado los grandes valores: sinceridad, esfuerzo, honradez, generosidad.... Y al acercarse al suelo, comprobó que la enorme roca estaba formada por las diminutas historias de niños respetando a sus madres, abuelos, hermanos, ancianos... sobre la que los cuervos trataban de grabar escenas de gritos e insultos. Y junto a sus pies, pudo ver su propio dibujo, el de la última vez que había gritado a su madre. Aquella imagen, en aquel extraño lugar, le hizo ver que era el respeto lo que mantenía unidas las columnas de los valores que sostienen el mundo.
El niño, arrepentido, permaneció allí cuidando la roca durante días y días, con alegría y buenas obras, reponiendo el daño que causaba cada aparición de los pájaros, sin llegar a dormir un minuto. Así estuvo hasta que, agotado por el esfuerzo, cayó rendido.
Al despertar, volvía a estar en su casa, y no sabía si todo aquello había sido un sueño; pero de lo que sí estaba seguro, era de que ningún cuervo volvería a grabar un dibujo suyo gritando a su madre.
Cuando el gato se recuperó el joven pensó entregarlo a una vecina que lo quería tener, el amigo fiel al conocer la noticia entristeció y casi llorando preguntó a su amo porque quería regalar su amigo.– “Él ha sido nuestra compañía últimamente, yo le he tomado cariño ¿Tu no? Yo pensé que te incomodaba su presencia, pero si no hay problema aquí se quedara con nosotros”. – Dijo el amo.Desde entonces Lucas el perro y el gato salen todas las mañanas y las tardes causando admiración a los transeúntes por tan extraña amistad.FIN