Bombom era un oso panda que vivía en los montes de China, y que disfrutaba un montón comiendo bambú y tocando un pequeño tambor que un tío lejano suyo le había regalado.
Un día, su tambor, de tanto tocar, se rompió. Se hizo un enorme agujero y dejó de sonar. Por eso Bombom estaba triste. En cambio, el resto de los animales del monte estaban contentos, ¡por fin podrían oír los sonidos que habitualmente hay en la naturaleza! Como el piar de los pájaros o el aullido del lobo, en lugar del horrible tambor.
Bombom sin embargo ya no era el mismo, casi no corría ni jugaba con ellos. Se pasaba el día intentando hacer sonar de nuevo su roto tambor.
No podía seguir así. Estaba claro que había que pensar una idea para que se sintiera de nuevo contento. Y a sus amigos se les ocurrió inventar un nuevo instrumento. Pero uno especial que tuviera un sonido dulce.
Y con un bambú construyeron una bonita flauta.
¿Y qué pasó? Que cuando Bombom la vio, se puso muy contento ¡por fin podía de nuevo hacer sonar un instrumento! Pero cuando se lo acercó a su boca, sintió su rico olor a bambú, y se lo comió. ¡Y de nuevo se quedó sin instrumento!
Bombom era un oso panda que vivía en los montes de China, y que disfrutaba un montón comiendo bambú y tocando un pequeño tambor que un tío lejano suyo le había regalado.
Un día, su tambor, de tanto tocar, se rompió. Se hizo un enorme agujero y dejó de sonar. Por eso Bombom estaba triste. En cambio, el resto de los animales del monte estaban contentos, ¡por fin podrían oír los sonidos que habitualmente hay en la naturaleza! Como el piar de los pájaros o el aullido del lobo, en lugar del horrible tambor.
Bombom sin embargo ya no era el mismo, casi no corría ni jugaba con ellos. Se pasaba el día intentando hacer sonar de nuevo su roto tambor.
No podía seguir así. Estaba claro que había que pensar una idea para que se sintiera de nuevo contento. Y a sus amigos se les ocurrió inventar un nuevo instrumento. Pero uno especial que tuviera un sonido dulce.
Y con un bambú construyeron una bonita flauta.
¿Y qué pasó? Que cuando Bombom la vio, se puso muy contento ¡por fin podía de nuevo hacer sonar un instrumento! Pero cuando se lo acercó a su boca, sintió su rico olor a bambú, y se lo comió. ¡Y de nuevo se quedó sin instrumento!.
Respuesta:
Bombom era un oso panda que vivía en los montes de China, y que disfrutaba un montón comiendo bambú y tocando un pequeño tambor que un tío lejano suyo le había regalado.
Un día, su tambor, de tanto tocar, se rompió. Se hizo un enorme agujero y dejó de sonar. Por eso Bombom estaba triste. En cambio, el resto de los animales del monte estaban contentos, ¡por fin podrían oír los sonidos que habitualmente hay en la naturaleza! Como el piar de los pájaros o el aullido del lobo, en lugar del horrible tambor.
Bombom sin embargo ya no era el mismo, casi no corría ni jugaba con ellos. Se pasaba el día intentando hacer sonar de nuevo su roto tambor.
No podía seguir así. Estaba claro que había que pensar una idea para que se sintiera de nuevo contento. Y a sus amigos se les ocurrió inventar un nuevo instrumento. Pero uno especial que tuviera un sonido dulce.
Y con un bambú construyeron una bonita flauta.
¿Y qué pasó? Que cuando Bombom la vio, se puso muy contento ¡por fin podía de nuevo hacer sonar un instrumento! Pero cuando se lo acercó a su boca, sintió su rico olor a bambú, y se lo comió. ¡Y de nuevo se quedó sin instrumento!
Respuesta:
aquí va
Explicación:
EL OSO PANDA MÚSICO.
Bombom era un oso panda que vivía en los montes de China, y que disfrutaba un montón comiendo bambú y tocando un pequeño tambor que un tío lejano suyo le había regalado.
Un día, su tambor, de tanto tocar, se rompió. Se hizo un enorme agujero y dejó de sonar. Por eso Bombom estaba triste. En cambio, el resto de los animales del monte estaban contentos, ¡por fin podrían oír los sonidos que habitualmente hay en la naturaleza! Como el piar de los pájaros o el aullido del lobo, en lugar del horrible tambor.
Bombom sin embargo ya no era el mismo, casi no corría ni jugaba con ellos. Se pasaba el día intentando hacer sonar de nuevo su roto tambor.
No podía seguir así. Estaba claro que había que pensar una idea para que se sintiera de nuevo contento. Y a sus amigos se les ocurrió inventar un nuevo instrumento. Pero uno especial que tuviera un sonido dulce.
Y con un bambú construyeron una bonita flauta.
¿Y qué pasó? Que cuando Bombom la vio, se puso muy contento ¡por fin podía de nuevo hacer sonar un instrumento! Pero cuando se lo acercó a su boca, sintió su rico olor a bambú, y se lo comió. ¡Y de nuevo se quedó sin instrumento!.