alisson120879
La piel humana está compuesta por tres capas, cada una de ella con una función característica, pero siempre cooperando estrechamente con la capa sucesiva.
· Epidermis La epidermis es la capa exterior de nuestro cuerpo, la cual se halla en estrecho contacto con el entorno. Es relativamente delgada y limita con la capa adyacente, denominada dermis, a través de un perfil irregular. La epidermis consta a su vez de dos estratos diferentes: el stratum germinativum se encarga de reponer continuamente la piel asi como de la producción de melanina (bronceado). En esta capa constantemente se están generando células nuevas mediante subdivisión. Las células nuevas se desplazan hacia el exterior para formar una estructura discoidal denominada stratum corneum. Este proceso requiere 4 semanas en una piel sana, y hace que las células se transformen en ceranocitos, se aplanen y terminen muriendo, tras lo cual se desprenden de la superficie en forma de pequeñas escamas para hacer sitio a otras células nuevas.
· Dermis La dermis proporciona a la piel sus propiedades de elasticidad. El colágeno y las fibras elásticas estabilizan la piel y evitan su deformación. En esta capa se localizan asimismo las células sensorias. Toda sensación (dolor, picores, temperatura) son transmitidas desde los receptores al cerebro en forma de impulsos eléctricos a través del tejido nervioso. El elevado contenido de condoitina y ácido hyalurónico de la dermis permite acumular líquido para alimentar las células de la epidermis.
· Subcutis Este es el estrato más profundo de la piel, donde se alojan las células grasas y nutrientes, las glándulas sebáceas y sudoríparas y los músculos encargados de mover los pelos. También desempeña funciones de almacenamiento de substancias y protección contra golpes. En general las células grasas son el componente principal. El tamaño y espesor de la capa, asi como la disposición de las células, están controlados tanto físicamente como mediante actividad hormonal. Las células grasas subcutáneas son escasas en la nariz, los párpados y el oído externo.
· Epidermis
La epidermis es la capa exterior de nuestro cuerpo, la cual se halla en estrecho contacto con el entorno. Es relativamente delgada y limita con la capa adyacente, denominada dermis, a través de un perfil irregular.
La epidermis consta a su vez de dos estratos diferentes: el stratum germinativum se encarga de reponer continuamente la piel asi como de la producción de melanina (bronceado). En esta capa constantemente se están generando células nuevas mediante subdivisión. Las células nuevas se desplazan hacia el exterior para formar una estructura discoidal denominada stratum corneum. Este proceso requiere 4 semanas en una piel sana, y hace que las células se transformen en ceranocitos, se aplanen y terminen muriendo, tras lo cual se desprenden de la superficie en forma de pequeñas escamas para hacer sitio a otras células nuevas.
· Dermis
La dermis proporciona a la piel sus propiedades de elasticidad. El colágeno y las fibras elásticas estabilizan la piel y evitan su deformación. En esta capa se localizan asimismo las células sensorias. Toda sensación (dolor, picores, temperatura) son transmitidas desde los receptores al cerebro en forma de impulsos eléctricos a través del tejido nervioso. El elevado contenido de condoitina y ácido hyalurónico de la dermis permite acumular líquido para alimentar las células de la epidermis.
· Subcutis
Este es el estrato más profundo de la piel, donde se alojan las células grasas y nutrientes, las glándulas sebáceas y sudoríparas y los músculos encargados de mover los pelos. También desempeña funciones de almacenamiento de substancias y protección contra golpes. En general las células grasas son el componente principal. El tamaño y espesor de la capa, asi como la disposición de las células, están controlados tanto físicamente como mediante actividad hormonal. Las células grasas subcutáneas son escasas en la nariz, los párpados y el oído externo.