¿Se puede ser espiritual o vivir la espiritualidad sin ser religioso o sin practicar ninguna religión? La respuesta es un contundente sí. Las religiones nacen con un propósito que quizá no siempre alcanzan: ayudar a que los seres humanos logren la experiencia de lo espiritual (o, podemos decir, de lo sagrado).
Las religiones nacen con un propósito que quizá no siempre alcanzan: ayudar a que los seres humanos logren la experiencia de lo espiritual (o, podemos decir, de lo sagrado). Los seres humanos somos espirituales (somos sagrados). De ahí que nuestro desarrollo integral requiera del desarrollo de nuestra espiritualidad. Y las religiones deben ayudarnos a conseguir ese desarrollo, pero no es indispensable alcanzarlo a través de alguna de ellas.
¿Se puede ser espiritual o vivir la espiritualidad sin ser religioso o sin practicar ninguna religión? La respuesta es un contundente sí. Las religiones nacen con un propósito que quizá no siempre alcanzan: ayudar a que los seres humanos logren la experiencia de lo espiritual (o, podemos decir, de lo sagrado).
Respuesta:
La respuesta es un contundente sí.
Explicación:
Las religiones nacen con un propósito que quizá no siempre alcanzan: ayudar a que los seres humanos logren la experiencia de lo espiritual (o, podemos decir, de lo sagrado). Los seres humanos somos espirituales (somos sagrados). De ahí que nuestro desarrollo integral requiera del desarrollo de nuestra espiritualidad. Y las religiones deben ayudarnos a conseguir ese desarrollo, pero no es indispensable alcanzarlo a través de alguna de ellas.