Al entrar al capítulo 3, de este libro de Proverbios, diremos que los pasos del joven en el camino de la vida son pasos que muestran una nueva responsabilidad. Él ha salido de su hogar, disponiéndose a enfrentar la vida, en la que se está poniendo en un contacto directo con la realidad. Se le da este consejo de que sus pasos sean ordenados según lo que dice la Palabra de Dios. Cuán importante es esto en el día de hoy. Es un buen consejo, un consejo muy provechoso el que se puede encontrar aquí.
La sabiduría es aquí descrita como si fuera una mujer. Sin embargo, para nosotros la sabiduría está personificada en el Señor Jesucristo. Dijo el apóstol Pablo en1 Corintios 1:30, Pero por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría. El joven, en realidad, necesita a Cristo. Leamos ahora el versículo 1, en el cual se comienza a considerar que
El joven tiene que escuchar la ley de Dios
"Hijo mío, no te olvides de mi Ley, y que tu corazón guarde mis mandamientos"
Estos proverbios también están encabezados por la expresión Hijo mío. Tenemos que entender que estamos en un contexto judío. No obstante, estos consejos tienen gran importancia para nosotros hoy.
Dice aquí que tu corazón guarde mis mandamientos. ¿No es esa declaración algo interesante? Eso es algo más que simplemente someterse a una obligación. Se oye tanto decir en el día de hoy que es nuestra obligación como creyentes hacer esto o aquello. Bueno, estimado oyente, no es nuestra obligación. Es nuestra devoción amorosa a la voluntad de Dios. ¿Recuerda usted lo que dijo el salmista? En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. (Salmo 119:11) ¿Y recuerda usted lo que se dijo en Esdras 7:10 acerca de aquel joven sacerdote llamado Esdras? Que él había preparado su corazón para buscar la ley del Señor y para cumplirla; y enseñar en Israel los estatutos y los juicios. Es necesario en el día en que vivimos, que exista una preparación del corazón. Después recordemos cuando, en Juan 14, el Señor Jesucristo estaba reunido con los Suyos en el aposento alto; ¿recuerda usted cómo habló con ellos? Lo hizo de una manera cariñosa, íntima y personal, de cosas que Él no había revelado antes. Y Él les dijo, según 14:23: El que me ama, mi palabra guardará; y mi padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. ¿Le ama usted, estimado oyente? Si le ama, entonces, Él quiere hablar con usted. Así que no lo consideramos una obligación. Lo que nosotros estamos haciendo a través de la radio se debe a que le amamos, y estamos tratando de hacer lo que El quiere que hagamos. Y El quiere que difundamos Su Palabra. Él está sembrando la semilla; esa es la imagen que tenemos de Él, y nosotros estamos sembrando esa semilla bajo su dirección. Lo hacemos por amor, Y creemos que ese es el fundamento. Porque El dijo, El que me ama, mi palabra guardará.
Proverbios 3:1-22
Al entrar al capítulo 3, de este libro de Proverbios, diremos que los pasos del joven en el camino de la vida son pasos que muestran una nueva responsabilidad. Él ha salido de su hogar, disponiéndose a enfrentar la vida, en la que se está poniendo en un contacto directo con la realidad. Se le da este consejo de que sus pasos sean ordenados según lo que dice la Palabra de Dios. Cuán importante es esto en el día de hoy. Es un buen consejo, un consejo muy provechoso el que se puede encontrar aquí.
La sabiduría es aquí descrita como si fuera una mujer. Sin embargo, para nosotros la sabiduría está personificada en el Señor Jesucristo. Dijo el apóstol Pablo en1 Corintios 1:30, Pero por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría. El joven, en realidad, necesita a Cristo. Leamos ahora el versículo 1, en el cual se comienza a considerar que
El joven tiene que escuchar la ley de Dios
"Hijo mío, no te olvides de mi Ley, y que tu corazón guarde mis mandamientos"
Estos proverbios también están encabezados por la expresión Hijo mío. Tenemos que entender que estamos en un contexto judío. No obstante, estos consejos tienen gran importancia para nosotros hoy.
Dice aquí que tu corazón guarde mis mandamientos. ¿No es esa declaración algo interesante? Eso es algo más que simplemente someterse a una obligación. Se oye tanto decir en el día de hoy que es nuestra obligación como creyentes hacer esto o aquello. Bueno, estimado oyente, no es nuestra obligación. Es nuestra devoción amorosa a la voluntad de Dios. ¿Recuerda usted lo que dijo el salmista? En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. (Salmo 119:11) ¿Y recuerda usted lo que se dijo en Esdras 7:10 acerca de aquel joven sacerdote llamado Esdras? Que él había preparado su corazón para buscar la ley del Señor y para cumplirla; y enseñar en Israel los estatutos y los juicios. Es necesario en el día en que vivimos, que exista una preparación del corazón. Después recordemos cuando, en Juan 14, el Señor Jesucristo estaba reunido con los Suyos en el aposento alto; ¿recuerda usted cómo habló con ellos? Lo hizo de una manera cariñosa, íntima y personal, de cosas que Él no había revelado antes. Y Él les dijo, según 14:23: El que me ama, mi palabra guardará; y mi padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. ¿Le ama usted, estimado oyente? Si le ama, entonces, Él quiere hablar con usted. Así que no lo consideramos una obligación. Lo que nosotros estamos haciendo a través de la radio se debe a que le amamos, y estamos tratando de hacer lo que El quiere que hagamos. Y El quiere que difundamos Su Palabra. Él está sembrando la semilla; esa es la imagen que tenemos de Él, y nosotros estamos sembrando esa semilla bajo su dirección. Lo hacemos por amor, Y creemos que ese es el fundamento. Porque El dijo, El que me ama, mi palabra guardará.