Tras la guerra con chile, ¿Quienes surgieron como caudillos?
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El caudillismo es un fenómeno social y político surgido durante el siglo XIX en Latinoamérica, consisten en la aparición en cada país de líderes carismáticos cuya forma de acceder al poder y llegar al gobierno estaba basada en mecanismos informales y difusos de reconocimiento del liderazgo por parte de las multitudes, que depositaban en "el caudillo" la expresión de los intereses del conjunto y la capacidad para resolver los problemas comunes y el caudillismo fue clave para la dictadura y luchas entres partidos politicos del siglo XIX. El poder de los caudillos se basaba en el apoyo de fracciones importantes de las masas populares. Este apoyo popular se tornaba en su contra cuando las esperanzas puestas en el poder entregado al caudillo se veían frustradas, y se decidía seguir a otro caudillo que lograra convencer de su capacidad de mejorar el país o la provincia. Este fenómeno se dio en América Latina durante prolongados períodos de su historia republicana; en algunos casos desembocó en fuertes dictaduras, represiones a la oposición y estancamiento económico y político, pero en otros canalizó las primeras modalidades democráticas y federales en las repúblicas latinoamericanas, así como proyectos de desarrollo autónomo, frente a las expresiones políticas neocoloniales.
Las causas de la aparición del caudillismo en América Latina fueron principalmente la ausencia de consenso político y las teorías de gobierno utópicas por parte de los aristócratas. Para acceder al poder, los caudillos se rebelaban con sus aliados militares, deponían al gobernante actual, disolvían el Congreso y se autoproclamaban presidentes provisionales. Después de un corto plazo, se elegía a un nuevo congreso y se convocaba a elecciones presidenciales. En las elecciones, salía elegido el caudillo que había presidido anteriormente la revolución y deposición del antiguo gobernante. Los principales partidarios de los caudillos, aparte de sus hombres de armas de confianza, fueron los miembros de las clases enriquecidas. Así, estos aseguraban un flujo de dinero para el Estado del caudillo de turno y este se comprometía a darles beneficios. El caudillismo se desarrolló principalmente en México (donde hubo una gran cantidad de presidentes militares en 50 años); en Chile con el gobierno de José Miguel Carrera a comienzos de la república;1 en Perú, donde hubo tres grandes "periodos de militarismo": a los inicios de la república; durante la reconstrucción nacional después de la guerra con Chile; y tras el oncenio de Leguía; en Argentina con el gobierno de Juan Manuel de Rosas y en Colombia con el gobierno de Pedro Alcántara Herrán que promovió a la vez la constitución de 1843; y también en Bolivia, Paraguay, Ecuador y Venezuela. Algunos de los caudillos de mayor influencia fueron: Jorge Eliécer Gaitán en Colombia, Juan Manuel de Rosas en Argentina, Antonio López de Santa Anna en México, José Gaspar Rodríguez de Francia en Paraguay, José Antonio Páez, Antonio Guzmán Blanco, José Tadeo Monagas en Venezuela, Francisco Franco en España, Jorge Alessandri en Chile, Salazar en Portugal y Agustín Gamarra en Perú
El poder de los caudillos se basaba en el apoyo de fracciones importantes de las masas populares. Este apoyo popular se tornaba en su contra cuando las esperanzas puestas en el poder entregado al caudillo se veían frustradas, y se decidía seguir a otro caudillo que lograra convencer de su capacidad de mejorar el país o la provincia.
Este fenómeno se dio en América Latina durante prolongados períodos de su historia republicana; en algunos casos desembocó en fuertes dictaduras, represiones a la oposición y estancamiento económico y político, pero en otros canalizó las primeras modalidades democráticas y federales en las repúblicas latinoamericanas, así como proyectos de desarrollo autónomo, frente a las expresiones políticas neocoloniales.
Las causas de la aparición del caudillismo en América Latina fueron principalmente la ausencia de consenso político y las teorías de gobierno utópicas por parte de los aristócratas. Para acceder al poder, los caudillos se rebelaban con sus aliados militares, deponían al gobernante actual, disolvían el Congreso y se autoproclamaban presidentes provisionales. Después de un corto plazo, se elegía a un nuevo congreso y se convocaba a elecciones presidenciales. En las elecciones, salía elegido el caudillo que había presidido anteriormente la revolución y deposición del antiguo gobernante.
Los principales partidarios de los caudillos, aparte de sus hombres de armas de confianza, fueron los miembros de las clases enriquecidas. Así, estos aseguraban un flujo de dinero para el Estado del caudillo de turno y este se comprometía a darles beneficios.
El caudillismo se desarrolló principalmente en México (donde hubo una gran cantidad de presidentes militares en 50 años); en Chile con el gobierno de José Miguel Carrera a comienzos de la república;1 en Perú, donde hubo tres grandes "periodos de militarismo": a los inicios de la república; durante la reconstrucción nacional después de la guerra con Chile; y tras el oncenio de Leguía; en Argentina con el gobierno de Juan Manuel de Rosas y en Colombia con el gobierno de Pedro Alcántara Herrán que promovió a la vez la constitución de 1843; y también en Bolivia, Paraguay, Ecuador y Venezuela.
Algunos de los caudillos de mayor influencia fueron: Jorge Eliécer Gaitán en Colombia, Juan Manuel de Rosas en Argentina, Antonio López de Santa Anna en México, José Gaspar Rodríguez de Francia en Paraguay, José Antonio Páez, Antonio Guzmán Blanco, José Tadeo Monagas en Venezuela, Francisco Franco en España, Jorge Alessandri en Chile, Salazar en Portugal y Agustín Gamarra en Perú