Transforma el texto utilizando cronolecto juvenil.
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El jugador Había regresado por fin, después de dos se- manas de ausencia. Hacía tres días que los nuestros estaban en Ruletenburg, y pensaba que me esperaban con impaciencia, pero me equivoqué. El general me recibió con aire arrogante y me habló con altivez, me pareció, incluso, que mi presencia le violentaba. Era evidente que, de algún modo, habían conse- guido dinero. Me dijo que fuera a hablar con su hermana. María Filipovna estaba muy agi- tada. Tomó el dinero que yo le traía, lo contó y escuchó mi relato hasta el final.
El jugador Había regresado por fin, después de dos sé de ausencia. Hacía tres días que los nuestros estaban en Ruletenburg, y pensaba que me esperaban con impaciencia, pero me equivoqué. El general me recibió con aire arrogante y me habló con altivez, me pareció, incluso, que mi presencia le violentaba. Era evidente que, de algún modo, habían canse dinero. Me dijo que fuera a hablar con su hermana. María Filipovna estaba muy ají. Tomó el dinero que yo le traía, lo contó y escuchó mi relato hasta el final.
Respuesta:
El jugador Había regresado por fin, después de dos sé de ausencia. Hacía tres días que los nuestros estaban en Ruletenburg, y pensaba que me esperaban con impaciencia, pero me equivoqué. El general me recibió con aire arrogante y me habló con altivez, me pareció, incluso, que mi presencia le violentaba. Era evidente que, de algún modo, habían canse dinero. Me dijo que fuera a hablar con su hermana. María Filipovna estaba muy ají. Tomó el dinero que yo le traía, lo contó y escuchó mi relato hasta el final.
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