Las pilas, esos pequeños generadores portátiles de energía que se emplean para alimentar a multitud de aparatos eléctricos muy comunes en la vida cotidiana, se han convertido en un elemento insustituible para los consumidores.
Las pilas no son más que una fuente de energía que generan electricidad a través de una serie de procesos químicos. Están compuestas por dos electrodos, dos placas eléctricas hechas de metales de distinta carga (el ánodo y el cátodo), separados por una solución química que se encarga de posibilitar el traspaso de electrones entre las dos placas. A esta solución se la llama electrolito.
Según de qué estén compuestos los electrodos y el electrolito las pilas serán de una clase u otra.
Generalmente las pilas se pueden dividir en dos grandes tipos, las pilas primarias y las pilas secundarias. Las pilas primarias son aquellas que se agotan y son desechadas, las secundarias son las que pueden recargarse, esta clase de pilas son llamadas baterías.
Pero lo más frecuente es que los consumidores diferencien las pilas sobre todo por su forma. Según esta fácil división podemos hablar de pilas cilíndricas y pilas de botón. Las primeras tienen un tamaño mayor que las segundas y se presentan como un cilindro o figura rectangular. Se emplean en aparatos de mayor tamaño, como radios, cassettes, relojes despertadores etc. Las pilas botón, en cambio, son bastante más pequeñas y se utilizan para dispositivos más reducidos, como relojes de pulsera, videojuegos, audífonos...
Si atendemos a los componentes de las pilas para clasificarlas en diferentes categorías, nos encontramos con que existen muchas clases. En términos generales se pueden enumerar estos tipos:
-Salinas: Llamadas así porque su electrolito es una solución salina.
-Alcalinas: El electrolito que emplean es una solución de hidróxido de potasio, comúnmente llamado álcali, de ahí su nombre.
-Pilas de litio: Emplean el litio como ánodo. Dentro de este tipo podemos hablar también de las pilas de ion-litio, que tienen un electrolito con sales de litio, además de que su ánodo es también de este material.
-Pilas de níquel-cadmio: Sus electrodos son esos dos minerales. Como el cadmio es un material bastante tóxico ha surgido una derivación de esta clase de pilas, las de níquel-metal hidruro, que reemplazan el cadmio por un metal hidruro.
Las pilas, esos pequeños generadores portátiles de energía que se emplean para alimentar a multitud de aparatos eléctricos muy comunes en la vida cotidiana, se han convertido en un elemento insustituible para los consumidores.
Las pilas no son más que una fuente de energía que generan electricidad a través de una serie de procesos químicos. Están compuestas por dos electrodos, dos placas eléctricas hechas de metales de distinta carga (el ánodo y el cátodo), separados por una solución química que se encarga de posibilitar el traspaso de electrones entre las dos placas. A esta solución se la llama electrolito.
Según de qué estén compuestos los electrodos y el electrolito las pilas serán de una clase u otra.
Generalmente las pilas se pueden dividir en dos grandes tipos, las pilas primarias y las pilas secundarias. Las pilas primarias son aquellas que se agotan y son desechadas, las secundarias son las que pueden recargarse, esta clase de pilas son llamadas baterías.
Pero lo más frecuente es que los consumidores diferencien las pilas sobre todo por su forma. Según esta fácil división podemos hablar de pilas cilíndricas y pilas de botón. Las primeras tienen un tamaño mayor que las segundas y se presentan como un cilindro o figura rectangular. Se emplean en aparatos de mayor tamaño, como radios, cassettes, relojes despertadores etc. Las pilas botón, en cambio, son bastante más pequeñas y se utilizan para dispositivos más reducidos, como relojes de pulsera, videojuegos, audífonos...
Si atendemos a los componentes de las pilas para clasificarlas en diferentes categorías, nos encontramos con que existen muchas clases. En términos generales se pueden enumerar estos tipos:
-Salinas: Llamadas así porque su electrolito es una solución salina.
-Alcalinas: El electrolito que emplean es una solución de hidróxido de potasio, comúnmente llamado álcali, de ahí su nombre.
-Pilas de litio: Emplean el litio como ánodo. Dentro de este tipo podemos hablar también de las pilas de ion-litio, que tienen un electrolito con sales de litio, además de que su ánodo es también de este material.
-Pilas de níquel-cadmio: Sus electrodos son esos dos minerales. Como el cadmio es un material bastante tóxico ha surgido una derivación de esta clase de pilas, las de níquel-metal hidruro, que reemplazan el cadmio por un metal hidruro.