El romanticismo marca el florecimiento de la novela, que se cultiva especialmente en México, Chile y Argentina. Sus numerosas manifestaciones abarcan novelas históricas, político-sociales y sentimentales. Sin embargo, es en Colombia donde aparece la novela romántica más exitosa, María, de Jorge Isaacs, que responde a las características de la novela sentimental:
Relato en primera persona.
Adopción de la forma de un libro de memorias.
Título con el nombre de la protagonista.
Asunto que desarrolla las alternativas de un amor casto e imposible.
Protagonistas signados por el dolor, la separación y la muerte.
Hechos que se desenvuelven en un marco natural, que acompaña con sus mutaciones los vaivenes del idilio.
A Samuel Richardson (1689-1761), novelista inglés prerromántico, se lo señala como creador de la especie. Su Pamela o la virtud recompensada (1740) inauguró una larga serie: La nueva Eloísa (1761), de Rousseau (1712-1778), Die Leiden des jungen Werthers (1774), de Goethe (1749-1832); Paul et Virginie, de Saint-Pierre (1737–1814); Atala (1801), de Chateaubriand (1768-1848) y Graziella (1852) de Lamartine (1790-1869). Estas últimas influyen en María, como se desprende de los evidentes paralelismos que existen entre sus respectivos protagonistas, en cuanto a carácter y destino. Por otra parte, el propio autor lo indica, al presentar a María y Efraín leyendo la novela de Chateaubriand, y adivinando, a través de ella, su propio destino.
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El romanticismo marca el florecimiento de la novela, que se cultiva especialmente en México, Chile y Argentina. Sus numerosas manifestaciones abarcan novelas históricas, político-sociales y sentimentales. Sin embargo, es en Colombia donde aparece la novela romántica más exitosa, María, de Jorge Isaacs, que responde a las características de la novela sentimental:
Relato en primera persona.
Adopción de la forma de un libro de memorias.
Título con el nombre de la protagonista.
Asunto que desarrolla las alternativas de un amor casto e imposible.
Protagonistas signados por el dolor, la separación y la muerte.
Hechos que se desenvuelven en un marco natural, que acompaña con sus mutaciones los vaivenes del idilio.
A Samuel Richardson (1689-1761), novelista inglés prerromántico, se lo señala como creador de la especie. Su Pamela o la virtud recompensada (1740) inauguró una larga serie: La nueva Eloísa (1761), de Rousseau (1712-1778), Die Leiden des jungen Werthers (1774), de Goethe (1749-1832); Paul et Virginie, de Saint-Pierre (1737–1814); Atala (1801), de Chateaubriand (1768-1848) y Graziella (1852) de Lamartine (1790-1869). Estas últimas influyen en María, como se desprende de los evidentes paralelismos que existen entre sus respectivos protagonistas, en cuanto a carácter y destino. Por otra parte, el propio autor lo indica, al presentar a María y Efraín leyendo la novela de Chateaubriand, y adivinando, a través de ella, su propio destino.