karlajacho
El ocelote es muy parecido a otras especies de felinos medianos que habitan en las zonas selváticas y pampas, como son el marguay y el tigrillo, aunque en ocasiones es llamado de igual manera aunque con conocimiento de que no son el mismo animal. Los colores de las manchas son aquello que los identifican puesto que en el ocelote son de color negro con el centro dorado, mientras que el tigrillo las tiene únicamente negras, y del mismo modo, la cola del ocelote es más pequeña y no llega a tocar el piso si el animal se encuentra parado.El ocelote por su tamaño, no casa animales grandes, sino que se dedica a pequeñas presas en su mayoría roedores que caza desde las alturas para sorprenderlos en tierra, algunos pájaros que pueda atrapar en las ramas de los árboles y hasta monos pequeños y reptiles jóvenes que no pongan demasiada resistencia. Pero lo singular del ocelote es que lo hace por las noches, cuando la oscuridad lo ayuda a esconder su vistoso cuerpo que contrasta con el verde de las hojas y con un agudo sentido de la vista, ayudado por el olfato y el oído, no tiene problemas en obtener su alimento durante estar horas. Sin embargo, durante el día se mete en los troncos huecos para descansar muchas horas o simplemente reposando sobre las ramas de los árboles, a las cuales suele subir a menudo por su habilidad para trepar por los troncos con sus uñas prensiles.
Este felino prefiere estar cerca de una buena fuente de agua como puede ser un río o un lago que no requiera alejarse mucho para conseguir su hidratación y lograr atrapar a sus presas sin cansarse demasiado, pero siempre trata de mantenerse fuera del alcance de los seres humanos, puesto que se lo caza por su piel, apetecida en el mercado por sus colores y esta es una práctica ilegal, pues a pesar de ser un animal de preocupación menor en lo que tiene que ver con su conservación, todavía no existe una cantidad suficiente de ocelotes para considerarlo fuera de peligro.
El territorio que ocupa el ocelote en su variado hábitat lo marca con su orina que tiene un olor muy fuerte como el de la mayoría de felinos y de la misma manera, prefiere ser solitario o al menos andar en pareja para cazar, pero en gran cantidad de ocasiones se lo puede ver en soledad y mientras las hembras marcan sus territorios con aproximadamente 15 kilómetros de distancia y resultan muy territoriales con las otras hembras de ocelote, llegando incluso a pelear con consecuencias devastadoras para la hembra que pierda, por el contrario, los machos no son tan territoriales pero marcan sus zonas en un radio de 30 kilómetros y aun así se los puede ver compartiendo territorio con una o más hembras, con las cuales se apareará si las condiciones son correctas. Cuando se aparean lo hacen en otoño para las zonas del norte o más o menos en octubre si se pone como perspectiva las zonas del sur o en los trópicos donde las estaciones no tienden a cambiar drásticamente la temperatura y se reproducen casi siempre entre períodos largos de hasta dos años, a menos que la hembra pierda toda la camada de cachorros, en cuyo caso se tiene que aparear de nuevo en seguida, buscando un macho que este dispuesto a la cópula. La gestación se da bastante rápido, esto puede deberse al tamaño del animal, y se trata de un aproximado de 70 a 90 días en los cuales la hembra buscará un lugar seguro para guarecerse de las amenazas circundantes en el día y un refugio en caso de emergencia durante las noches de caza, las cuales serán más lentas debido al embarazo y al crecimiento de las crías. Una madre puede dar a luz un promedio de 5 cachorros, los cuales se desarrollan bastante rápido y antes de cumplir un par de meses, ellos ya tienen muy buenas habilidades para pelear y podrán salir de caza con su madre por unas cuantas ocasiones y luego ser liberados para empezar la normal vida solitaria de este animal.
Los ocelotes pueden vivir hasta veinte años si se encuentran en cautiverio, pero en la vida salvaje, esta cifra se reduce casi a la mitad pues siempre existen condiciones de vida menos favorecedoras y amenazas que ponen en riesgo su vida. Un ocelote hembra tiene un período de maduración mucho más rápido que el del macho, llegando a la edad adulta en más o menos un año y medio, mientras que el de los machos es de dos años.
Este felino prefiere estar cerca de una buena fuente de agua como puede ser un río o un lago que no requiera alejarse mucho para conseguir su hidratación y lograr atrapar a sus presas sin cansarse demasiado, pero siempre trata de mantenerse fuera del alcance de los seres humanos, puesto que se lo caza por su piel, apetecida en el mercado por sus colores y esta es una práctica ilegal, pues a pesar de ser un animal de preocupación menor en lo que tiene que ver con su conservación, todavía no existe una cantidad suficiente de ocelotes para considerarlo fuera de peligro.
El territorio que ocupa el ocelote en su variado hábitat lo marca con su orina que tiene un olor muy fuerte como el de la mayoría de felinos y de la misma manera, prefiere ser solitario o al menos andar en pareja para cazar, pero en gran cantidad de ocasiones se lo puede ver en soledad y mientras las hembras marcan sus territorios con aproximadamente 15 kilómetros de distancia y resultan muy territoriales con las otras hembras de ocelote, llegando incluso a pelear con consecuencias devastadoras para la hembra que pierda, por el contrario, los machos no son tan territoriales pero marcan sus zonas en un radio de 30 kilómetros y aun así se los puede ver compartiendo territorio con una o más hembras, con las cuales se apareará si las condiciones son correctas. Cuando se aparean lo hacen en otoño para las zonas del norte o más o menos en octubre si se pone como perspectiva las zonas del sur o en los trópicos donde las estaciones no tienden a cambiar drásticamente la temperatura y se reproducen casi siempre entre períodos largos de hasta dos años, a menos que la hembra pierda toda la camada de cachorros, en cuyo caso se tiene que aparear de nuevo en seguida, buscando un macho que este dispuesto a la cópula. La gestación se da bastante rápido, esto puede deberse al tamaño del animal, y se trata de un aproximado de 70 a 90 días en los cuales la hembra buscará un lugar seguro para guarecerse de las amenazas circundantes en el día y un refugio en caso de emergencia durante las noches de caza, las cuales serán más lentas debido al embarazo y al crecimiento de las crías. Una madre puede dar a luz un promedio de 5 cachorros, los cuales se desarrollan bastante rápido y antes de cumplir un par de meses, ellos ya tienen muy buenas habilidades para pelear y podrán salir de caza con su madre por unas cuantas ocasiones y luego ser liberados para empezar la normal vida solitaria de este animal.
Los ocelotes pueden vivir hasta veinte años si se encuentran en cautiverio, pero en la vida salvaje, esta cifra se reduce casi a la mitad pues siempre existen condiciones de vida menos favorecedoras y amenazas que ponen en riesgo su vida. Un ocelote hembra tiene un período de maduración mucho más rápido que el del macho, llegando a la edad adulta en más o menos un año y medio, mientras que el de los machos es de dos años.