Respuesta: Había una vez un niño al que le gustaba llevar la contraria en todo. Sus padres lo llamaban cariñosamente el niño del no. Era feliz, por ejemplo, dejando el grifo del agua abierto, pese a que todos en casa le insistían en que no lo hiciera. Un día, para darle una lección, todos se negaron a ponerle un vaso de agua y esto lo obligó a que él mismo se acercara al grifo, convirtiéndose misteriosamente en una gota de agua. Fue gracias a ello como aprendió a valorar este preciado líquido.
Respuesta: Había una vez un niño al que le gustaba llevar la contraria en todo. Sus padres lo llamaban cariñosamente el niño del no. Era feliz, por ejemplo, dejando el grifo del agua abierto, pese a que todos en casa le insistían en que no lo hiciera. Un día, para darle una lección, todos se negaron a ponerle un vaso de agua y esto lo obligó a que él mismo se acercara al grifo, convirtiéndose misteriosamente en una gota de agua. Fue gracias a ello como aprendió a valorar este preciado líquido.
Explicación: espero te ayude :)