BrunoPinillos
Metido en el vehículo, allí Manuel cohibido sin saber qué hacer, la mirada perdida, sin comprender cómo le estaba pasando esto. Los transeúntes se le quedaban mirando sorprendidos ya que en la calle estaba prohibido estacionar. Hacía frío pero él sentía el frío en su alma, entres sus manos sostenía un comunicado, era el desahucio de su casa , aquella que con las alhajas que heredó de sus mayores, con anhelo y trabajo había conseguido, se la arrebataban sin más. No era justo, pensaba, somos rehénes de un sistema capitalista en el que las personas y el bienestar social no importa.
Los transeúntes se le quedaban mirando sorprendidos ya que en la calle estaba prohibido estacionar.
Hacía frío pero él sentía el frío en su alma, entres sus manos sostenía un comunicado, era el desahucio de su casa , aquella que con las alhajas que heredó de sus mayores, con anhelo y trabajo había conseguido, se la arrebataban sin más. No era justo, pensaba, somos rehénes de un sistema capitalista en el que las personas y el bienestar social no importa.