juan: Nadie viene al Padre, sino por mí: Poniéndolo de una manera sencilla, si Jesús no es el único camino a Dios, entonces no es ningún camino a Dios. Si hay muchos caminos a Dios, entonces Jesús no es uno de ellos, porque él absolutamente afirmó que solo había un camino a Dios, y que él mismo era ese camino.
romanos: Porque los que viven conforme a la carne, en las cosas que son de la carne se ocupan; pero los que viven conforme al espíritu, en las cosas del espíritu. 6 Porque el ánimo carnal es muerte, pero el ánimo espiritual es vida y paz.
Primeramente, debemos tener en cuenta que un centurión romano era un oficial con un mando táctico o administrativo dentro de las filas del ejército romano. Estos militares contaban a su cargo con el mando de una centuria, la cual estaba conformada de 80 a 100 soldados. Pero por encima de él, militarmente hablando habían muchos oficiales con rangos superiores.
Este Centurión del cual habla la Biblia en Mateo 8, no permitió que muchos obstáculos se interpusieran entre él y Jesús. Estas barreras pudieron ser el orgullo, el dinero, la duda, el idioma, la raza o las diferencias que había entre el pueblo romano y judío.
A diferencia de esto, se acercó rogando a Jesús que sanara su criado, mostrando así su humildad y el amor que tenía por su prójimo.
Respuesta:
espero haberte ayudado.
Explicación:
juan: Nadie viene al Padre, sino por mí: Poniéndolo de una manera sencilla, si Jesús no es el único camino a Dios, entonces no es ningún camino a Dios. Si hay muchos caminos a Dios, entonces Jesús no es uno de ellos, porque él absolutamente afirmó que solo había un camino a Dios, y que él mismo era ese camino.
romanos: Porque los que viven conforme a la carne, en las cosas que son de la carne se ocupan; pero los que viven conforme al espíritu, en las cosas del espíritu. 6 Porque el ánimo carnal es muerte, pero el ánimo espiritual es vida y paz.
Primeramente, debemos tener en cuenta que un centurión romano era un oficial con un mando táctico o administrativo dentro de las filas del ejército romano. Estos militares contaban a su cargo con el mando de una centuria, la cual estaba conformada de 80 a 100 soldados. Pero por encima de él, militarmente hablando habían muchos oficiales con rangos superiores.
Este Centurión del cual habla la Biblia en Mateo 8, no permitió que muchos obstáculos se interpusieran entre él y Jesús. Estas barreras pudieron ser el orgullo, el dinero, la duda, el idioma, la raza o las diferencias que había entre el pueblo romano y judío.
A diferencia de esto, se acercó rogando a Jesús que sanara su criado, mostrando así su humildad y el amor que tenía por su prójimo.