Los empresarios dueños de las discotecas por su parte ya presentaron protocolos para que se pueda bailar en el lugar. "La situación no se aguanta más", aseguran tras la disposición de una primera apertura para uno de los sectores más golpeados por la pandemia.
Desde IDEAR (Industria del Entretenimiento Argentino) venían solicitando hace meses la apertura y presentando protocolos seguros para poder garantizar una reapertura cuidada de las discotecas.
“Hoy los encuentros sociales existen, es un gran error querer negarlos. Desde nuestra perspectiva, la única manera de combatir la clandestinidad y garantizar a los jóvenes que puedan divertirse pero con cuidados es con el paulatino regreso de la actividad", explican desde IDEAr..
"Si pudiéramos abrir nuestros locales, la tasa de fiestas clandestinas bajaría sustancialmente”, agregan.
La propuesta de los empresarios es reabrir con burbujas sociales de no más de 10 personas por mesa y con restricciones para la movilidad dentro del boliche y así garantizar un espacio seguro.
“Nuestra idea es tener controles en el ingreso, tomarle la temperatura a todos los que entran, y tener mesas preparadas con cintas de seguridad alrededor para que la movilidad sea muy baja. Así los chicos podrían bailar entre ellos y con el distanciamiento necesario. Es una forma de adaptarse a la nueva normalidad de forma segura”, agregan.
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Los empresarios dueños de las discotecas por su parte ya presentaron protocolos para que se pueda bailar en el lugar. "La situación no se aguanta más", aseguran tras la disposición de una primera apertura para uno de los sectores más golpeados por la pandemia.
Desde IDEAR (Industria del Entretenimiento Argentino) venían solicitando hace meses la apertura y presentando protocolos seguros para poder garantizar una reapertura cuidada de las discotecas.
“Hoy los encuentros sociales existen, es un gran error querer negarlos. Desde nuestra perspectiva, la única manera de combatir la clandestinidad y garantizar a los jóvenes que puedan divertirse pero con cuidados es con el paulatino regreso de la actividad", explican desde IDEAr..
"Si pudiéramos abrir nuestros locales, la tasa de fiestas clandestinas bajaría sustancialmente”, agregan.
La propuesta de los empresarios es reabrir con burbujas sociales de no más de 10 personas por mesa y con restricciones para la movilidad dentro del boliche y así garantizar un espacio seguro.
“Nuestra idea es tener controles en el ingreso, tomarle la temperatura a todos los que entran, y tener mesas preparadas con cintas de seguridad alrededor para que la movilidad sea muy baja. Así los chicos podrían bailar entre ellos y con el distanciamiento necesario. Es una forma de adaptarse a la nueva normalidad de forma segura”, agregan.