Mantener una buena higiene corporal es el primer paso para evitar el mal olor. Si transpiras mucho deberás realizar en la zona al menos dos lavados diarios con agua y jabón. Pero, no olvides de aclarar bien la zona, ya que muchas veces el mal olor puede venir de los restos de jabón o de desodorante.
2- Ropa y calzado transpirable
Aunque no solucionan el problema, las prendas que elegimos pueden ayudar a sobrellevar la incomodidad de sudar en exceso. Las fibras naturales aunque pueden ser frescas, absorben el sudor y permanecen húmedas.
3- Alimentación adecuada
Las rutinas de alimentación también pueden afectar a la sudoración, de ahí que las personas con hiperhidrosis deban mantener unos hábitos de alimentación saludables. Alegre aconseja evitar el consumo de alcohol, café, té, tabaco, alimentos picantes y dulces.
4- Hidratación
Beber agua y mantenerse hidratado es muy importante porque así se refresca el cuerpo y hace que se sude menos, pese a la creencia contraria de que cuanto más líquido tenga en el cuerpo, más alta será la transpiración.
5- Reducir estrés y tener una actitud positiva
Es muy importante tener una mentalidad positiva para evitar situaciones de estrés innecesarias. Las personas con problemas de sudar en exceso suelen sentir frustración y rabia. Sin embargo, estas emociones negativas no ayudan a sentirse mejor sino solo empeoran la situación y hacen sudar más.
2 pregunta respuesta:
1. Mantén buena higiene. De preferencia, báñate en regadera y no en tina. Aléjate de los baños de aceites y de productos íntimos con perfume.
2. Bebe agua constantemente. Opta por agua simple, de dos a cuatro litros al día.
3. Intenta no retener la orina. Acude al baño cada tres horas, independientemente de las ganas que tengas.
4. Evita prendas ajustadas. Usa ropa interior y pantimedias de tela de algodón. Es recomendable cambiarlas diariamente.
5. Toma los medicamentos prescritos. En caso de haber adquirido una infección debes tomar todos los antibióticos. Si interrumpes el tratamiento, la infección podría retornar y puede ser más difícil de tratar.
respuesta:
1- Higiene y uso de transpirantes
Mantener una buena higiene corporal es el primer paso para evitar el mal olor. Si transpiras mucho deberás realizar en la zona al menos dos lavados diarios con agua y jabón. Pero, no olvides de aclarar bien la zona, ya que muchas veces el mal olor puede venir de los restos de jabón o de desodorante.
2- Ropa y calzado transpirable
Aunque no solucionan el problema, las prendas que elegimos pueden ayudar a sobrellevar la incomodidad de sudar en exceso. Las fibras naturales aunque pueden ser frescas, absorben el sudor y permanecen húmedas.
3- Alimentación adecuada
Las rutinas de alimentación también pueden afectar a la sudoración, de ahí que las personas con hiperhidrosis deban mantener unos hábitos de alimentación saludables. Alegre aconseja evitar el consumo de alcohol, café, té, tabaco, alimentos picantes y dulces.
4- Hidratación
Beber agua y mantenerse hidratado es muy importante porque así se refresca el cuerpo y hace que se sude menos, pese a la creencia contraria de que cuanto más líquido tenga en el cuerpo, más alta será la transpiración.
5- Reducir estrés y tener una actitud positiva
Es muy importante tener una mentalidad positiva para evitar situaciones de estrés innecesarias. Las personas con problemas de sudar en exceso suelen sentir frustración y rabia. Sin embargo, estas emociones negativas no ayudan a sentirse mejor sino solo empeoran la situación y hacen sudar más.
2 pregunta respuesta:
1. Mantén buena higiene. De preferencia, báñate en regadera y no en tina. Aléjate de los baños de aceites y de productos íntimos con perfume.
2. Bebe agua constantemente. Opta por agua simple, de dos a cuatro litros al día.
3. Intenta no retener la orina. Acude al baño cada tres horas, independientemente de las ganas que tengas.
4. Evita prendas ajustadas. Usa ropa interior y pantimedias de tela de algodón. Es recomendable cambiarlas diariamente.
5. Toma los medicamentos prescritos. En caso de haber adquirido una infección debes tomar todos los antibióticos. Si interrumpes el tratamiento, la infección podría retornar y puede ser más difícil de tratar.