La soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza son las siete pasiones del alma que la tradición eclesiástica ha fijado como «pecados capitales». Independientemente de la vigencia o no de la idea de pecado en nuestras sociedades, son siete pasiones muy arraigadas en la psique humana. ¿Podemos imaginar el ser humano sin ellas? ¿El mundo sería mejor si estas inclinaciones no condicionaran nuestras actitudes?
Desde las primeras obras de la tradición occidental hasta las más recientes, los pecados capitales han sido retratados en múltiples géneros y a través de perspectivas diversas. Una variedad que se hará presente a lo largo del curso, en el cual tendrán cabida las ramificaciones literarias, artísticas, sociales y políticas de estas pasiones.
A través de siete jóvenes voces de la ensayística catalana elaboraremos una reflexión poliédrica sobre el ser humano y su ambigua relación con el mal y con el perfeccionismo moral. No se trata ni de reivindicar los pecados ni de condenarlos, sino de utilizarlos como punto de partida para una reflexión a fondo sobre la condición humana.
Respuesta:
La soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza son las siete pasiones del alma que la tradición eclesiástica ha fijado como «pecados capitales». Independientemente de la vigencia o no de la idea de pecado en nuestras sociedades, son siete pasiones muy arraigadas en la psique humana. ¿Podemos imaginar el ser humano sin ellas? ¿El mundo sería mejor si estas inclinaciones no condicionaran nuestras actitudes?
Desde las primeras obras de la tradición occidental hasta las más recientes, los pecados capitales han sido retratados en múltiples géneros y a través de perspectivas diversas. Una variedad que se hará presente a lo largo del curso, en el cual tendrán cabida las ramificaciones literarias, artísticas, sociales y políticas de estas pasiones.
A través de siete jóvenes voces de la ensayística catalana elaboraremos una reflexión poliédrica sobre el ser humano y su ambigua relación con el mal y con el perfeccionismo moral. No se trata ni de reivindicar los pecados ni de condenarlos, sino de utilizarlos como punto de partida para una reflexión a fondo sobre la condición humana.
Explicación:
Espero te sirva
Respuesta:
pereza y avaricia es la respuesta