Los sistemas económicos son ecuaciones matemáticas: en cuanto introduces un nuevo elemento, la ecuación y su resultado varía.
El problema de Occidente y su imposición del Nuevo Orden Mundial es que ha favorecido de manera muy poco prudente el aumento de un elemento (la inmigración) pero no ha sido capaz de modificar el sistema mismo.
“¿Que hay que aumentar beneficios y producir más?”, no nos preocupemos. Importemos millones de manos de obra barata a las que mantendremos con unos leves subsidios y con una remuneración económica muy inferior a lo que los trabajadores nativos piden por su preparación y profesionalidad.
Dobles víctimas y dobles manipulados. A los primeros, por venderles un mundo perfecto que está lejos de serlo producto del ‘soma’ (como diría Aldous Huxley en su novela Un mundo feliz); a los segundos, por vendernos que los que llegan “vienen a pagarnos las pensiones”.
“Ni tanto, ni tan poco”, como reza el dicho popular.
Los sistemas económicos son ecuaciones matemáticas: en cuanto introduces un nuevo elemento, la ecuación y su resultado varía.
El problema de Occidente y su imposición del Nuevo Orden Mundial es que ha favorecido de manera muy poco prudente el aumento de un elemento (la inmigración) pero no ha sido capaz de modificar el sistema mismo.
“¿Que hay que aumentar beneficios y producir más?”, no nos preocupemos. Importemos millones de manos de obra barata a las que mantendremos con unos leves subsidios y con una remuneración económica muy inferior a lo que los trabajadores nativos piden por su preparación y profesionalidad.
Dobles víctimas y dobles manipulados. A los primeros, por venderles un mundo perfecto que está lejos de serlo producto del ‘soma’ (como diría Aldous Huxley en su novela Un mundo feliz); a los segundos, por vendernos que los que llegan “vienen a pagarnos las pensiones”.
“Ni tanto, ni tan poco”, como reza el dicho popular.