400408Durante años, hemos escuchado miles de historias sobre desapariciones de embarcaciones de todo tipo, sin tener explicación alguna, por lo que queremos compartir esta antigua leyenda.
En los tiempos de la antigua Grecia, según dice la leyenda, se podía apreciar a las míticas sirenas, una especie de criaturas mitad mujer y mitad pez. Poseedoras de una hermosa apariencia, pero lo que más debemos resaltar era su atrapante canto.
Se cree que miles de marineros han sido capturados por deleitarse con sus hermosos cantos, dicen ser unas melodías tan bellas que hasta el más poderoso mortal, o incluso algún dios podría caer en la trampa, ya que se cree que las sirenas atraían a todo aquel que las escuchase a los placeres del inframundo, haciendo que dejen sus embarcaciones y así devorándose por completo, almacenando sus restos en una misteriosa isla, para que nadie sospechara de su maldad.
La leyenda cuenta que el único que pudo contra el canto de las sirenas, fue el intrépido Ulises, quien para descifrar este misterio decidió emprender un viaje al mar. Cuando aparecieron las sirenas, ordeno a todos sus tripulantes que taparon sus oídos y lo encadenaran a uno de los postes del barco, de esta forma, por más que quisiera, Ulises no podría tirarse al mar.
Así sucedió, Ulises estaba desesperado por soltarse e ir con ellas, pero por más que rogaba a sus compañeros, nadie quería destaparse los oídos.
Cuenta la leyenda que las sirenas, enfurecidas por su notable fracaso se sumergieron hasta lo más profundo del mar y no volvieron a la superficie de los mares, pero que todavía se encuentran en las profundidades, esperando por algún curioso marinero que quiera deleitarse con sus melodías para acecharlo y llevarlo a la isla, nunca descubierta, que se haya quien sabe donde, en algún lugar del extenso mar.
En los tiempos de la antigua Grecia, según dice la leyenda, se podía apreciar a las míticas sirenas, una especie de criaturas mitad mujer y mitad pez. Poseedoras de una hermosa apariencia, pero lo que más debemos resaltar era su atrapante canto.
Se cree que miles de marineros han sido capturados por deleitarse con sus hermosos cantos, dicen ser unas melodías tan bellas que hasta el más poderoso mortal, o incluso algún dios podría caer en la trampa, ya que se cree que las sirenas atraían a todo aquel que las escuchase a los placeres del inframundo, haciendo que dejen sus embarcaciones y así devorándose por completo, almacenando sus restos en una misteriosa isla, para que nadie sospechara de su maldad.
La leyenda cuenta que el único que pudo contra el canto de las sirenas, fue el intrépido Ulises, quien para descifrar este misterio decidió emprender un viaje al mar. Cuando aparecieron las sirenas, ordeno a todos sus tripulantes que taparon sus oídos y lo encadenaran a uno de los postes del barco, de esta forma, por más que quisiera, Ulises no podría tirarse al mar.
Así sucedió, Ulises estaba desesperado por soltarse e ir con ellas, pero por más que rogaba a sus compañeros, nadie quería destaparse los oídos.
Cuenta la leyenda que las sirenas, enfurecidas por su notable fracaso se sumergieron hasta lo más profundo del mar y no volvieron a la superficie de los mares, pero que todavía se encuentran en las profundidades, esperando por algún curioso marinero que quiera deleitarse con sus melodías para acecharlo y llevarlo a la isla, nunca descubierta, que se haya quien sabe donde, en algún lugar del extenso mar.