Tsafiqui, que quiere decir verdadera palabra, cabe señalar que este lenguaje proviene de la familia lingüística Chibcha; la segunda lengua de los Tsáchilas es el español.
Población[editar]
Según un censo realizado en 1997, su población alcanzaba los 2.640 habitantes. Agrupada en ocho comunidades: Cóngoma Grande (Santo Juan), Los Naranjos, El Búho de los Colorados, El Poste, Peripa, Chigüilpe, Otongo Mapalí y Filomena Aguavil (Tahuaza) asentados en la zona rural del Cantón de Santo Domingo de los Tsachilas.
Leyenda sobre el origen de su ornamentación[editar]
Los hombres de este grupo étnico son fácilmente distinguibles por su indumentaria, especialmente en la forma de su peinado, éste consiste en rapar las zonas temporales de la cabeza y cortar el resto de sus cabellos de tal manera que su peinado toma la forma de un casco; utilizan grasas de animales y semillas del achiote para colorear este peinado y nada más. En sus tradiciones cuentan que durante una época en que una epidemia de viruela diezmaba a la población de los Tsáchilas, un médico-brujo habló con espíritus para pedirles consejo sobre cómo curar a los enfermos de la epidemia; el espíritu los guió hasta un arbusto de achiote y los instigó a cubrir completamente su cuerpo con el jugo de la vainas del fruto. Luego de varios días los casos mortales disminuyeron en forma dramática. Ellos se consideran por siempre en deuda con el espíritu de esa planta por la protección contra la viruela que ésta les brindó. Eran conocidos como achutines.
Forma de vida en la actualidad[editar]
Los Tsáchilas hablan un idioma que denominan Tsafiki, que es un idioma del grupo de lenguajes conocidos como barbacoano. Los hombres visten con un simple manto de algodón decorado en líneas blancas y negras o blancas y azul añil; lo combinan con un faldón blanco. Las mujeres usan mantos y faldones coloridos decorados en franjas.
Desde la época colonial, los extranjeros los han llamado colorados, por el color de sus peinados y decoraciones que ostentan durante sus festividades. Su actividad económica está limitada a la recolección de frutos y medicinas silvestres, especialmente de las nueces de tagua el cultivo de la yuca, bananos y otras frutas tropicales. La tagua o corozo es una actividad muy importante que abastece al mercado nacional de elaboración de artesanías en muchas comunidades. Han incorporado la actividad turística a su economía.
Tsafiqui, que quiere decir verdadera palabra, cabe señalar que este lenguaje proviene de la familia lingüística Chibcha; la segunda lengua de los Tsáchilas es el español.
Población[editar]Según un censo realizado en 1997, su población alcanzaba los 2.640 habitantes. Agrupada en ocho comunidades: Cóngoma Grande (Santo Juan), Los Naranjos, El Búho de los Colorados, El Poste, Peripa, Chigüilpe, Otongo Mapalí y Filomena Aguavil (Tahuaza) asentados en la zona rural del Cantón de Santo Domingo de los Tsachilas.
Leyenda sobre el origen de su ornamentación[editar]Los hombres de este grupo étnico son fácilmente distinguibles por su indumentaria, especialmente en la forma de su peinado, éste consiste en rapar las zonas temporales de la cabeza y cortar el resto de sus cabellos de tal manera que su peinado toma la forma de un casco; utilizan grasas de animales y semillas del achiote para colorear este peinado y nada más. En sus tradiciones cuentan que durante una época en que una epidemia de viruela diezmaba a la población de los Tsáchilas, un médico-brujo habló con espíritus para pedirles consejo sobre cómo curar a los enfermos de la epidemia; el espíritu los guió hasta un arbusto de achiote y los instigó a cubrir completamente su cuerpo con el jugo de la vainas del fruto. Luego de varios días los casos mortales disminuyeron en forma dramática. Ellos se consideran por siempre en deuda con el espíritu de esa planta por la protección contra la viruela que ésta les brindó. Eran conocidos como achutines.
Forma de vida en la actualidad[editar]Los Tsáchilas hablan un idioma que denominan Tsafiki, que es un idioma del grupo de lenguajes conocidos como barbacoano. Los hombres visten con un simple manto de algodón decorado en líneas blancas y negras o blancas y azul añil; lo combinan con un faldón blanco. Las mujeres usan mantos y faldones coloridos decorados en franjas.
Desde la época colonial, los extranjeros los han llamado colorados, por el color de sus peinados y decoraciones que ostentan durante sus festividades. Su actividad económica está limitada a la recolección de frutos y medicinas silvestres, especialmente de las nueces de tagua el cultivo de la yuca, bananos y otras frutas tropicales. La tagua o corozo es una actividad muy importante que abastece al mercado nacional de elaboración de artesanías en muchas comunidades. Han incorporado la actividad turística a su economía.