Luego del Primer Censo, la autoridad estatal asumió que en el futuro la institucionalidad
estatal correspondiente ejecutaría la tarea censal de forma técnica, continua y rutinaria. Con
cierto retraso, de acuerdo con la planificación censal general internacional, se organizó en un
tiempo de alrededor de dos años el II Censo de Población y I de Vivienda, a fines de noviembre de 1962. Los resultados del levantamiento de la información fueron eficaces y adecuados
Modernización e institucionalidad estatal
57
en gran parte del país. El día domingo 26 de noviembre hubo gran expectativa de la opinión
pública por conocer cuántos eran los ecuatorianos para esa fecha, ya que estos resultados
eran importantes porque confirmarían a los de 1950 o los contradirían. Los nuevos datos
generaron decepción en la medida en que se consideraba que el número de la población
ecuatoriana podía ser superior.
Al mismo tiempo, el éxito del Primer Censo Poblacional no significó que todos los sectores de
la población ecuatoriana aceptaran de forma definitiva la importancia del mensaje censal y su
ejecución periódica. Los grupos indígenas revelarían una posición de rechazo a los temidos censos tradicionales, que habían representado la imposición de mayores impuestos, y los presagios
negativos de 1950 no tardarían en cumplirse. Los cabildos comunales no aceptaban el censo,
amenazaron de muerte a los censadores y advirtieron que les quitarían la tierra y los animales.
Las señales de una oposición indígena violenta se manifestaron tempranamente en el precenso
de noviembre de 1962, cuando en Yanuncay 50 estudiantes empadronadores fueron atacados
por más de 50 indígenas armados de hondas cargadas de piedras y armas de fuego, además de
un vehículo. Este incidente se agravó con la movilización de un piquete de caballería del batallón
Cazadores de Los Ríos, que impidió un ataque de mayores proporciones pero que generó un
conflicto armado. Las autoridades organizadoras del censo trataron de resolver esta grave situación de oposición mediante políticas administrativas, suspendiendo el censo en 32 parroquias
de las provincias de mayor población aborigen, como Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo y Bolívar. Esta medida no sería suficiente como para enfrentar el levantamiento indígena en ciernes.
De poco sirvieron los pedidos de protección de las autoridades de San Fernando y Santa Isabel
(provincia del Azuay), quienes anunciaron reacciones peligrosas y peligro para los censadores.73
Seis días después, el domingo 26 de noviembre, la jornada censal sería sangrienta en algunas
de las parroquias indígenas de Cotopaxi, Tungurahua, Imbabura y Azuay. Los levantamientos
indígenas provocan 8 muertos y 19 heridos. Entre las víctimas se encontraban empadronadores, miembros de la Policía, del Ejército e indígenas. Los choques fueron cruentos entre grupos numerosos de indígenas y contingentes de la fuerza pública. Se llegaron a abrir grandes
zanjas para evitar el paso de vehículos.74
A pesar de los incidentes provocados por el levantamiento indígena, continuando después la
recopilación de datos tras conversaciones con el sector aborigen, se cerró el censo.
Para los censos del 8 de junio de 1974, del 28 de noviembre de 1982, del 25 de noviembre de
1990 y del 25 de noviembre de 2001, la ejecución censal se torna más profesional y técnica.
Los procesos de levantamiento de la información se llevan a cabo por una sola institución
estatal, sea por la Dirección General de Estadística y Censos, la Oficina de Censos Nacionales
(OCN) y, finalmente, por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Se suprimen los
consejos asesores y la dirección técnica es nacional, aunque se mantiene la asesoría inter73 Diario El Comercio, lunes 19 de noviembre de 1962, p. 1.
74 Ibíd.
Una Mirada Histórica a la Estadística del Ecuador
58
nacional. Técnicos como Jack Bermeo, que dirige dos censos nacionales (1962-1974), se hacen
cargo de la ejecución censal. Igualmente, se puede citar a otros directivos institucionales
nacionales como Francisco Páez, Gaudencio Zurita, Johny Cevallos.
Igualmente, los eventos censales concitan gran interés de la población y se convierten en
grandes jornadas cívicas. Uno de los motivos es el clásico interrogante acerca de los cambios
en el número de ecuatorianos en el transcurso del tiempo. Por otra parte, las autoridades
estatales de la dictadura militar (1974) relacionan los resultados censales con la programación del desarrollo económico, social, cultural y educativo. En las provincias centrales se ha
integrado a los grupos indígenas en las labores censales.
Respuesta:
Luego del Primer Censo, la autoridad estatal asumió que en el futuro la institucionalidad
estatal correspondiente ejecutaría la tarea censal de forma técnica, continua y rutinaria. Con
cierto retraso, de acuerdo con la planificación censal general internacional, se organizó en un
tiempo de alrededor de dos años el II Censo de Población y I de Vivienda, a fines de noviembre de 1962. Los resultados del levantamiento de la información fueron eficaces y adecuados
Modernización e institucionalidad estatal
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en gran parte del país. El día domingo 26 de noviembre hubo gran expectativa de la opinión
pública por conocer cuántos eran los ecuatorianos para esa fecha, ya que estos resultados
eran importantes porque confirmarían a los de 1950 o los contradirían. Los nuevos datos
generaron decepción en la medida en que se consideraba que el número de la población
ecuatoriana podía ser superior.
Al mismo tiempo, el éxito del Primer Censo Poblacional no significó que todos los sectores de
la población ecuatoriana aceptaran de forma definitiva la importancia del mensaje censal y su
ejecución periódica. Los grupos indígenas revelarían una posición de rechazo a los temidos censos tradicionales, que habían representado la imposición de mayores impuestos, y los presagios
negativos de 1950 no tardarían en cumplirse. Los cabildos comunales no aceptaban el censo,
amenazaron de muerte a los censadores y advirtieron que les quitarían la tierra y los animales.
Las señales de una oposición indígena violenta se manifestaron tempranamente en el precenso
de noviembre de 1962, cuando en Yanuncay 50 estudiantes empadronadores fueron atacados
por más de 50 indígenas armados de hondas cargadas de piedras y armas de fuego, además de
un vehículo. Este incidente se agravó con la movilización de un piquete de caballería del batallón
Cazadores de Los Ríos, que impidió un ataque de mayores proporciones pero que generó un
conflicto armado. Las autoridades organizadoras del censo trataron de resolver esta grave situación de oposición mediante políticas administrativas, suspendiendo el censo en 32 parroquias
de las provincias de mayor población aborigen, como Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo y Bolívar. Esta medida no sería suficiente como para enfrentar el levantamiento indígena en ciernes.
De poco sirvieron los pedidos de protección de las autoridades de San Fernando y Santa Isabel
(provincia del Azuay), quienes anunciaron reacciones peligrosas y peligro para los censadores.73
Seis días después, el domingo 26 de noviembre, la jornada censal sería sangrienta en algunas
de las parroquias indígenas de Cotopaxi, Tungurahua, Imbabura y Azuay. Los levantamientos
indígenas provocan 8 muertos y 19 heridos. Entre las víctimas se encontraban empadronadores, miembros de la Policía, del Ejército e indígenas. Los choques fueron cruentos entre grupos numerosos de indígenas y contingentes de la fuerza pública. Se llegaron a abrir grandes
zanjas para evitar el paso de vehículos.74
A pesar de los incidentes provocados por el levantamiento indígena, continuando después la
recopilación de datos tras conversaciones con el sector aborigen, se cerró el censo.
Para los censos del 8 de junio de 1974, del 28 de noviembre de 1982, del 25 de noviembre de
1990 y del 25 de noviembre de 2001, la ejecución censal se torna más profesional y técnica.
Los procesos de levantamiento de la información se llevan a cabo por una sola institución
estatal, sea por la Dirección General de Estadística y Censos, la Oficina de Censos Nacionales
(OCN) y, finalmente, por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Se suprimen los
consejos asesores y la dirección técnica es nacional, aunque se mantiene la asesoría inter73 Diario El Comercio, lunes 19 de noviembre de 1962, p. 1.
74 Ibíd.
Una Mirada Histórica a la Estadística del Ecuador
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nacional. Técnicos como Jack Bermeo, que dirige dos censos nacionales (1962-1974), se hacen
cargo de la ejecución censal. Igualmente, se puede citar a otros directivos institucionales
nacionales como Francisco Páez, Gaudencio Zurita, Johny Cevallos.
Igualmente, los eventos censales concitan gran interés de la población y se convierten en
grandes jornadas cívicas. Uno de los motivos es el clásico interrogante acerca de los cambios
en el número de ecuatorianos en el transcurso del tiempo. Por otra parte, las autoridades
estatales de la dictadura militar (1974) relacionan los resultados censales con la programación del desarrollo económico, social, cultural y educativo. En las provincias centrales se ha
integrado a los grupos indígenas en las labores censales.
Explicación:
dame corona pls