En general, existe un acuerdo de los espacios de investigación especializados en torno a que los indígenas americanos descienden de los grupos humanos que pasaron de Asia al Nuevo Mundo a través del puente de Beringia. Si bien nunca existió consenso al respecto, durante mucho tiempo la hipótesis más aceptada fue la llamada teoría del poblamiento tardío. De acuerdo con esta hipótesis, los amerindios son descendientes de los grupos siberianos que pasaron a América aproximadamente 13.500 años antes del presente (AP). Esta hipótesis se sostiene en el descubrimiento de la cultura clovis, que se asoció con la más antigua presencia humana en América, cuyo estilo de vida pudo haber estado apoyado en el aprovechamiento de la megafauna —por ejemplo, Mammuthus columbii—, aunque ésta fue insostenible cuando estos animales se extinguieron alrededor del año 9000 AP.
Otros puntos de vista y algunas investigaciones en todo el continente llevaron a un grupo de investigadores a proponer que el poblamiento de América inició varios milenios antes de la glaciación de Wisconsin. El descubrimiento de materiales arqueológicos encontrados en diversos puntos de América —dentro o al sur del área de difusión de la cultura clovis— fechados por radiocarbono en una época anterior a la glaciación han sido consideradas dudosos o al menos, controversiales por los defensores de la teoría del poblamiento tardío.1
Las nuevas teorías sobre un poblamiento temprano se han recombinado con las teorías existentes que afirman la existencia de múltiples corrientes migratorias de poblamiento a través de Alaska y del océano Pacífico (Paul Rivet), desde Australia, usando un puente similar al de Beringia, pero en la zona antártica e ingresando por Sudamérica.2
Durante la transición Pleistoceno-Holoceno (ca. 13–8.5 AP) las condiciones climáticas y ambientales fueron muy profundas, provocando cambios en los niveles del mar acompañados con breves pero trágicos episodios de expansiones glaciarias (Episodio de Enfriamiento Reverso Antártico). Este evento se ha registrado en diferentes sectores de Patagonia, Andes centrales, Amazonia y Puna de Atacama, sugiriendo un panorama paleoambiental con marcadas diferencias en la disponibilidad de espacios y recursos entre ambos hemisferios. El máximo avance de la última gran glaciación del Pleistoceno final produjo que América del Sur tuviera mayor cantidad de terrenos emergidos de la superficie marina, lo que permite una mayor variabilidad ambiental y menor incidencia de la glaciación en Sudamérica respecto de Norteamérica.
En América del Sur la glaciación de montaña, limitada al sector andino, produjo un efecto menos severo que el registrado en América del Norte donde los dos grandes mantos de hielo (Lauréntico y Cordillerano) cubrieron todo el actual territorio de Canadá. Esta gran diferencia de extensión y volumen de los glaciares produjo más territorios disponibles para la ocupación humana y fue lo que pudo favorecer un poblamiento más fluido en el sur. Esto puede implicar una alternativa frente al fuerte peso teórico y empírico que tienen los modelos de migración continentales y circumpacífico: el modelo de las adaptaciones costeras/acuáticas que plantea la fachada atlántica como una posible y factible vía de ingreso y dispersión, siendo una herramienta teórica viable para reevaluar las proposiciones sobre la colonización de América del Sur.3
Otra hipótesis de poblamiento temprano que de momento carece de pruebas suficientes, señala el posible arribo, por vía marítima, de gentes europeas portadoras de la cultura solutrense, que habrían aprovechado para sustentarse en el trayecto la abundancia de focas y otros mamíferos marinos en el borde del casquete glacial Ártico. Según sus proponentes, esta hipótesis explicaría la presencia del haplogrupo X en el ADN mitocondrial de algunos grupos indígenas, además del parecido con ciertas técnicas americanas para la fabricación de utensilios líticos.
Recientes investigaciones basadas en la secuenciación del genoma de un individuo que habitó en Siberia hace unos 24 000 años revelan su similitud genética con las poblaciones nativas americanas así como con euroasiáticas lo que parece indicar que diversos grupos de humanos provenientes del oeste de Asia migrarían hacia América cruzando el estrecho de Bering mezclándose con individuos del este asiático.
Este hecho puede explicar la presencia de características típicas de individuos euroasiáticos en las poblaciones nativas americanas que no se corresponden con las de pobladores del este asiático como pueden ser la morfología del cráneo o el haplotipo 4 mitocondrial X
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valequientero
En donde están las similitudes económicas??
Cuenta eliminada
lee la oracion que respondi por favor ahi esta la respuesta da nada
En general, existe un acuerdo de los espacios de investigación especializados en torno a que los indígenas americanos descienden de los grupos humanos que pasaron de Asia al Nuevo Mundo a través del puente de Beringia. Si bien nunca existió consenso al respecto, durante mucho tiempo la hipótesis más aceptada fue la llamada teoría del poblamiento tardío. De acuerdo con esta hipótesis, los amerindios son descendientes de los grupos siberianos que pasaron a América aproximadamente 13.500 años antes del presente (AP). Esta hipótesis se sostiene en el descubrimiento de la cultura clovis, que se asoció con la más antigua presencia humana en América, cuyo estilo de vida pudo haber estado apoyado en el aprovechamiento de la megafauna —por ejemplo, Mammuthus columbii—, aunque ésta fue insostenible cuando estos animales se extinguieron alrededor del año 9000 AP.
Otros puntos de vista y algunas investigaciones en todo el continente llevaron a un grupo de investigadores a proponer que el poblamiento de América inició varios milenios antes de la glaciación de Wisconsin. El descubrimiento de materiales arqueológicos encontrados en diversos puntos de América —dentro o al sur del área de difusión de la cultura clovis— fechados por radiocarbono en una época anterior a la glaciación han sido consideradas dudosos o al menos, controversiales por los defensores de la teoría del poblamiento tardío.1
Las nuevas teorías sobre un poblamiento temprano se han recombinado con las teorías existentes que afirman la existencia de múltiples corrientes migratorias de poblamiento a través de Alaska y del océano Pacífico (Paul Rivet), desde Australia, usando un puente similar al de Beringia, pero en la zona antártica e ingresando por Sudamérica.2
Durante la transición Pleistoceno-Holoceno (ca. 13–8.5 AP) las condiciones climáticas y ambientales fueron muy profundas, provocando cambios en los niveles del mar acompañados con breves pero trágicos episodios de expansiones glaciarias (Episodio de Enfriamiento Reverso Antártico). Este evento se ha registrado en diferentes sectores de Patagonia, Andes centrales, Amazonia y Puna de Atacama, sugiriendo un panorama paleoambiental con marcadas diferencias en la disponibilidad de espacios y recursos entre ambos hemisferios. El máximo avance de la última gran glaciación del Pleistoceno final produjo que América del Sur tuviera mayor cantidad de terrenos emergidos de la superficie marina, lo que permite una mayor variabilidad ambiental y menor incidencia de la glaciación en Sudamérica respecto de Norteamérica.
En América del Sur la glaciación de montaña, limitada al sector andino, produjo un efecto menos severo que el registrado en América del Norte donde los dos grandes mantos de hielo (Lauréntico y Cordillerano) cubrieron todo el actual territorio de Canadá. Esta gran diferencia de extensión y volumen de los glaciares produjo más territorios disponibles para la ocupación humana y fue lo que pudo favorecer un poblamiento más fluido en el sur. Esto puede implicar una alternativa frente al fuerte peso teórico y empírico que tienen los modelos de migración continentales y circumpacífico: el modelo de las adaptaciones costeras/acuáticas que plantea la fachada atlántica como una posible y factible vía de ingreso y dispersión, siendo una herramienta teórica viable para reevaluar las proposiciones sobre la colonización de América del Sur.3
Otra hipótesis de poblamiento temprano que de momento carece de pruebas suficientes, señala el posible arribo, por vía marítima, de gentes europeas portadoras de la cultura solutrense, que habrían aprovechado para sustentarse en el trayecto la abundancia de focas y otros mamíferos marinos en el borde del casquete glacial Ártico. Según sus proponentes, esta hipótesis explicaría la presencia del haplogrupo X en el ADN mitocondrial de algunos grupos indígenas, además del parecido con ciertas técnicas americanas para la fabricación de utensilios líticos.
Recientes investigaciones basadas en la secuenciación del genoma de un individuo que habitó en Siberia hace unos 24 000 años revelan su similitud genética con las poblaciones nativas americanas así como con euroasiáticas lo que parece indicar que diversos grupos de humanos provenientes del oeste de Asia migrarían hacia América cruzando el estrecho de Bering mezclándose con individuos del este asiático.
Este hecho puede explicar la presencia de características típicas de individuos euroasiáticos en las poblaciones nativas americanas que no se corresponden con las de pobladores del este asiático como pueden ser la morfología del cráneo o el haplotipo 4 mitocondrial X
Respuesta:
solo te podría decir los tributos o impuestos.
perdón no se mucho de historia, pero espero que alguien te pueda ayudar.
vive feliz.