El debate se mantiene: ¿razón o emoción? Y si se busca un equilibrio, ¿cuál es la mejor combinación? En el mundo empresarial, las visiones sentimentales de la emoción fueron predominantes a principios del siglo pasado, hasta que en los setentas la racionalización se posicionó como la base ideal. Asimismo, de la discusión se extiende más de una rama cuando se busca plantear una diferenciación por géneros: ¿hacia cuál de las dos suelen inclinarse hombres y mujeres?
La profesora Daphna Joel, de la Universidad de Tel Aviv, señala que poseemos cerebros intersexuales, lo que significa que no hay una diferencia estructural entre las composiciones cerebrales de hombres y mujeres. No obstante, algunos investigadores demuestran que las conexiones entre el hemisferio izquierdo y el derecho son bastante diferentes entre géneros: las mujeres poseen una red densa, mientras que los hombres reducen sus conexiones. Esto vuelve a las primeras más hábiles para relacionar lo intuitivo con lo analítico; y a los segundos más propensos a coordinar mejor la percepción y la acción.
Respuesta: quien preguntar algo así por favor
El debate se mantiene: ¿razón o emoción? Y si se busca un equilibrio, ¿cuál es la mejor combinación? En el mundo empresarial, las visiones sentimentales de la emoción fueron predominantes a principios del siglo pasado, hasta que en los setentas la racionalización se posicionó como la base ideal. Asimismo, de la discusión se extiende más de una rama cuando se busca plantear una diferenciación por géneros: ¿hacia cuál de las dos suelen inclinarse hombres y mujeres?
La profesora Daphna Joel, de la Universidad de Tel Aviv, señala que poseemos cerebros intersexuales, lo que significa que no hay una diferencia estructural entre las composiciones cerebrales de hombres y mujeres. No obstante, algunos investigadores demuestran que las conexiones entre el hemisferio izquierdo y el derecho son bastante diferentes entre géneros: las mujeres poseen una red densa, mientras que los hombres reducen sus conexiones. Esto vuelve a las primeras más hábiles para relacionar lo intuitivo con lo analítico; y a los segundos más propensos a coordinar mejor la percepción y la acción.
Explicación: