No hay nada más sorprendente que poner un vaso de agua boca abajo y ver que ésta no cae. En este experimento te mostramos qué fuerzas de la física permiten que el agua no se precipite. Una actividad ideal para despertar la pasión por la ciencia de los más pequeños.
En este experimento te enseñaremos cómo poner un vaso boca abajo lleno de agua que no cae. No se trata de ningún truco de magia sino más bien de un ejercicio para desafiar las leyes de la gravedad. Comprenderás con este ejercicio una de las fuerzas que ejercen sobre la Tierra: la presión atmosférica. ¿Te atreves?
Materiales
Un vaso
Agua
Una hoja de papel, mejor si es grueso. También puedes utilizar otro objeto como la carta de una baraja.
Experimento del agua que no cae
Llena el vaso de agua y ponlo sobre una superficie que se pueda mojar. ¡Con estos experimentos nunca sabes lo que puede pasar!
Asegúrate de que el borde está también mojado.
Ahora coloca un papel sobre el vaso.
Pon el vaso de agua boca abajo y retira la mano.
Verás que, a pesar de estar boca abajo, el agua no cae.
Explicación:
Explicación del experimento del agua que no cae
La presión atmosférica es la responsable de que el agua no caiga. Sobre el papel actúan dos fuerzas: por un lado, el peso del agua, y por otro lado, la presión atmosférica del aire. Aunque no la veamos, si el agua no se cae es porque la presión atmosférica ejerce tanta fuerza sobre el papel que es capaz de sujetar todo el peso del agua. Dicho de otra forma, la presión atmosférica empuja el papel hacia arriba, haciendo que el agua no se precipite.
Además, hay otra ley que interviene en el experimento del agua que no cae. Se trata de la Ley de Boyle-Mariotte, que dice que, a igual temperatura, si el volumen ocupado por un gas aumenta, su presión disminuye. Esto nos lleva a concluir que la presión del aire en el interior del vaso es menor que la presión atmosférica fuera de él. De esta manera, la presión atmosférica el el ambiente –fuera del vaso– es tal que estaría compensando el efecto del peso del agua y la presión del aire dentro del vaso.
Respuesta:
¿Me podrías brindar más información del tema para ayudarte?, gracias.
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No hay nada más sorprendente que poner un vaso de agua boca abajo y ver que ésta no cae. En este experimento te mostramos qué fuerzas de la física permiten que el agua no se precipite. Una actividad ideal para despertar la pasión por la ciencia de los más pequeños.
En este experimento te enseñaremos cómo poner un vaso boca abajo lleno de agua que no cae. No se trata de ningún truco de magia sino más bien de un ejercicio para desafiar las leyes de la gravedad. Comprenderás con este ejercicio una de las fuerzas que ejercen sobre la Tierra: la presión atmosférica. ¿Te atreves?
Materiales
Un vaso
Agua
Una hoja de papel, mejor si es grueso. También puedes utilizar otro objeto como la carta de una baraja.
Experimento del agua que no cae
Llena el vaso de agua y ponlo sobre una superficie que se pueda mojar. ¡Con estos experimentos nunca sabes lo que puede pasar!
Asegúrate de que el borde está también mojado.
Ahora coloca un papel sobre el vaso.
Pon el vaso de agua boca abajo y retira la mano.
Verás que, a pesar de estar boca abajo, el agua no cae.
Explicación:
Explicación del experimento del agua que no cae
La presión atmosférica es la responsable de que el agua no caiga. Sobre el papel actúan dos fuerzas: por un lado, el peso del agua, y por otro lado, la presión atmosférica del aire. Aunque no la veamos, si el agua no se cae es porque la presión atmosférica ejerce tanta fuerza sobre el papel que es capaz de sujetar todo el peso del agua. Dicho de otra forma, la presión atmosférica empuja el papel hacia arriba, haciendo que el agua no se precipite.
Además, hay otra ley que interviene en el experimento del agua que no cae. Se trata de la Ley de Boyle-Mariotte, que dice que, a igual temperatura, si el volumen ocupado por un gas aumenta, su presión disminuye. Esto nos lleva a concluir que la presión del aire en el interior del vaso es menor que la presión atmosférica fuera de él. De esta manera, la presión atmosférica el el ambiente –fuera del vaso– es tal que estaría compensando el efecto del peso del agua y la presión del aire dentro del vaso.