Tanto la educación tradicional como la educación en valores son imprescindibles para el crecimiento personal y nos ayudan a definir nuestros objetivos vitales. Sin embargo, mientras la primera nos instruye en el conocimiento social, científico y humanístico; la segunda nos forma como buenos ciudadanos.
¿de donde debe partir esta educación?
La importancia de la educación en valores en la sociedad actual. Queremos crear un mundo más sostenible, con economías estables y sociedades más justas e inclusivas. ... La educación en valores promueve la solidaridad, la convivencia y el amor por la naturaleza. Un ciudadano ejemplar no nace, se hace.
Los valores hacen de guía de nuestros comportamientos y actos, y nuestra manera de interpretar el mundo que nos rodea. Están relacionados con la moral y el civismo, mejoran la convivencia, las relaciones y la vida en general. Son una filosofía de vida y deberían ser universales para hacer un mundo mejor. Valores como la solidaridad, la bondad, la amistad, el respeto, la tolerancia, la honestidad, la generosidad, el cuidado por el medio ambiente, la igualdad… que se transmiten desde nuestra más tierna infancia.
Educar a los niños en valores les permite ser personas con comportamientos y conductas adecuadas, y que en el futuro serán adultos más felices y responsables. Sabrán tomar decisiones más adecuadas, se previene la violencia y la discriminación, mejorará la colaboración entre los demás y a ser más maduros. La sociedad y las personas cercanas nos influyen mucho pero gracias a nuestros valores tendremos una guía que nos diga que está bien y que no. Se debe empezar desde bien pequeños para que adquieran estos valores como parte de su identidad, aunque no como una imposición sino como una forma de ver el mundo.
¿de donde debe partir esta educación?
La misma puede tener lugar en el hogar, así como en las escuelas, los colegios, las universidades, las cárceles, y otras organizaciones de diversa índole.
Para la formación en valores se necesita una educación donde el profesorado adquiera un compromiso social y ético, que colabore con las alumnas y los alumnos para facilitarles la creación y el desarrollo de capacidades que intervengan en el juicio y la acción moral, de manera que se posibilite la formación de actitudes.
El principal valor de esta tipo de educación reside en su capacidad para actuar como un instrumento que ayude a crear una sociedad mejor, compuesta por ciudadanos críticos y responsables, dispuestos a comprometerse por una sociedad más justa e igualitaria que apueste por la promoción de la salud, el medio ambiente.
Respuesta:
¿será importante una educación en valores ?
Tanto la educación tradicional como la educación en valores son imprescindibles para el crecimiento personal y nos ayudan a definir nuestros objetivos vitales. Sin embargo, mientras la primera nos instruye en el conocimiento social, científico y humanístico; la segunda nos forma como buenos ciudadanos.
¿de donde debe partir esta educación?
La importancia de la educación en valores en la sociedad actual. Queremos crear un mundo más sostenible, con economías estables y sociedades más justas e inclusivas. ... La educación en valores promueve la solidaridad, la convivencia y el amor por la naturaleza. Un ciudadano ejemplar no nace, se hace.
Explicación:
Respuesta:
¿será importante una educación en valores?
Los valores hacen de guía de nuestros comportamientos y actos, y nuestra manera de interpretar el mundo que nos rodea. Están relacionados con la moral y el civismo, mejoran la convivencia, las relaciones y la vida en general. Son una filosofía de vida y deberían ser universales para hacer un mundo mejor. Valores como la solidaridad, la bondad, la amistad, el respeto, la tolerancia, la honestidad, la generosidad, el cuidado por el medio ambiente, la igualdad… que se transmiten desde nuestra más tierna infancia.
Educar a los niños en valores les permite ser personas con comportamientos y conductas adecuadas, y que en el futuro serán adultos más felices y responsables. Sabrán tomar decisiones más adecuadas, se previene la violencia y la discriminación, mejorará la colaboración entre los demás y a ser más maduros. La sociedad y las personas cercanas nos influyen mucho pero gracias a nuestros valores tendremos una guía que nos diga que está bien y que no. Se debe empezar desde bien pequeños para que adquieran estos valores como parte de su identidad, aunque no como una imposición sino como una forma de ver el mundo.
¿de donde debe partir esta educación?
La misma puede tener lugar en el hogar, así como en las escuelas, los colegios, las universidades, las cárceles, y otras organizaciones de diversa índole.
Para la formación en valores se necesita una educación donde el profesorado adquiera un compromiso social y ético, que colabore con las alumnas y los alumnos para facilitarles la creación y el desarrollo de capacidades que intervengan en el juicio y la acción moral, de manera que se posibilite la formación de actitudes.
El principal valor de esta tipo de educación reside en su capacidad para actuar como un instrumento que ayude a crear una sociedad mejor, compuesta por ciudadanos críticos y responsables, dispuestos a comprometerse por una sociedad más justa e igualitaria que apueste por la promoción de la salud, el medio ambiente.
Explicación: