El elitismo es una ideología y un sistema social que favorece a las élites dentro de él o promueve el surgimiento de nuevas élites. Es un sistema único ya que se basa en la creencia o actitud que consiste en que aquellos que son considerados como la élite -un selecto grupo de personas con notables conocimientos- son las personas cuyas opiniones deberían ser tomadas más en cuenta a efectos de la sociedad en conjunto incluyendo a aquellos que no son parte de la élite.
El elitismo se basa en una visión monista y maniquea de la sociedad en la que la elite es superior moral, cultural e intelectualmente al «pueblo» que es considerado peligroso, deshonesto y vulgar.[1]
En un sentido negativo, el término elitismo también puede ser utilizado para describir una situación en la cual una élite goza de privilegios o tiene más poder que el resto de los miembros de la sociedad. Se refiere a una situación de hecho, pero no institucional, ya que si lo fuera sería una aristocracia.
El término a menudo se utiliza disyuntivamente para describir una actitud generalizada de arrogancia o rechazo respecto a la opinión pública en general (la meritocracia, un tipo especial de elitismo, normalmente no tiene estas connotaciones).
Respuesta:
El elitismo es una ideología y un sistema social que favorece a las élites dentro de él o promueve el surgimiento de nuevas élites. Es un sistema único ya que se basa en la creencia o actitud que consiste en que aquellos que son considerados como la élite -un selecto grupo de personas con notables conocimientos- son las personas cuyas opiniones deberían ser tomadas más en cuenta a efectos de la sociedad en conjunto incluyendo a aquellos que no son parte de la élite.
El elitismo se basa en una visión monista y maniquea de la sociedad en la que la elite es superior moral, cultural e intelectualmente al «pueblo» que es considerado peligroso, deshonesto y vulgar.[1]
En un sentido negativo, el término elitismo también puede ser utilizado para describir una situación en la cual una élite goza de privilegios o tiene más poder que el resto de los miembros de la sociedad. Se refiere a una situación de hecho, pero no institucional, ya que si lo fuera sería una aristocracia.
El término a menudo se utiliza disyuntivamente para describir una actitud generalizada de arrogancia o rechazo respecto a la opinión pública en general (la meritocracia, un tipo especial de elitismo, normalmente no tiene estas connotaciones).