La sal y la luz son dos elementos cuyo destino es estar siempre al servicio de los demás: La luz está hecha para romper las tinieblas y para que los demás podamos ver. La sal está hecha para evitar la corrupción de los alimentos, curar y dar sabor, no a sí mismo sino a las cosas y las personas.
Respuesta:
La sal y la luz son dos elementos cuyo destino es estar siempre al servicio de los demás: La luz está hecha para romper las tinieblas y para que los demás podamos ver. La sal está hecha para evitar la corrupción de los alimentos, curar y dar sabor, no a sí mismo sino a las cosas y las personas.