Se llama así a la penetración o migración que hicieron los pueblos que vivían al norte del Imperio Romano a él. Las comunidades invadieron al Imperio de una forma lenta y hasta pacífica, lo hicieron entre los años 200 y 600 d. C. Al inicio, estos pueblos se ubicaron en los límites del Imperio, pero con el tiempo a través del comercio, el ejército, etc. lograron adentrarse en él y ubicarse allí definitivamente.