pregunta : Establecer características generales de las fábricas y empresas recuperadas por los trabajadores ( lugares de establecimiento / tamaño / rubros) .
15 fábricas rEsucitadas: rEspuEsta dE los trabajadorEs argEntinos antE El dEsEmplEo circunstancias particulares de la crisis Argentina; de la incapacidad de la burguesía Argentina; de la implantación a ultranza del modelo neoliberal1 en su versión más ortodoxa, que redundó en un proceso de desindustrialización (Collin Harguindeguy, 2003) arrastrando al país a 18 meses de recesión y tasas hasta del 25% de desempleo, en un país que en el 98% es urbano y la población mayoritariamente asalariada. Pero tampoco fue un fenómeno totalmente espontáneo, intervinieron como componente experiencias del movimiento obrero, y la existencia de promotores dispuestos transferir un know how. En cierto sentido la situación se ajustaba a la defnición de Lenin de crisis revolucionaria, los de arriba no podían seguir como hasta entonces, y los de abajo ya no querían. A los empresarios, supuestamente diferenciados de los demás humanos, por su capacidad para afrontar el riesgo, no les gusta perder; o dicho en la jerga construida por los obreros, actores de los procesos de recuperación, había: empresas pobres y empresarios ricos2. En el contexto de la paridad con el dólar muchos empresarios dejaron de producir, para mutar en importadores, otros siguieron produciendo, pero en otros países, más competitivos – es decir con costos laborales y de servicios3 menores a los de Argentina–. En ambos casos cerraron empresas dejando en el desempleo a obreros y trabajadores. Mientras que otros, arrastrando deudas con los trabajadores –tanto en salarios como en el pago de cargas sociales–, con los acreedores –por el pago de servicios y de impuestos– y en ocasiones deudas bancarias, preten- dieron seguir produciendo en otra parte, bajo otra razón social. Para hacerlo requerían sacar con todo sigilo, es decir sin que se enteraran los acreedores, las maquinarias y la materia prima y trasladarlos a una nueva locación. En unos casos esta fue la gota que derramó el vaso. De todos los acreedores posibles, de las empresas en proceso de quiebra (Dirección General Impositiva, prestadores de servicios, bancos, proveedores y trabajadores) sólo a los trabajadores resultaba difícil poderles ocultar la auto sustracción de maquinarias, equipo y materia prima y fueron los primeros en reaccionar. En la mayoría de los casos fueron las deudas acumuladas, la posibilidad del cierre, los 1 La ortodoxia en la aplicación del modelo es reconocida desde el departamento de Tesoro Norteame- ricano en la voz de Paul Krugman: “Argentina, more tan any other developing country, bought into the promises of U.S.-promoted neoliberalism (that´s liberal as in free markets, not as Ted Kennedy). Tariffs were slashed, state enterprices were privatized, multinational corporations were welcomed, and the peso was pegged to the dolar” (Kruggman, 2002) 2 Expresión recurrente en las entrevistas. Las entrevistas fueron realizadas en diciembre 2007- enero 2008, en el marco del proyecto Movimientos Sociales Contraculturales. Ciencia Básica Conacyt, el Colegio de Tlaxcala 3 Entre otras de las consecuencias del modelo de privatización de las empresas de servicios del estado, bajo contratos que permitían la indexación de los precios de los servicios por encima de la infación en dólares.
respuesta:Las empresas recuperadas por los trabajadores (ERT), son unas experiencias
concretas de autogestión obrera que nacieron en tiempos de crisis y que a pesar
de las dificultades, siguen en funcionamiento bajo una perspectiva y unos principios rectores diferentes a la lógica capitalista.
Las llamadas —por los propios trabajadores— «empresas recuperadas» son
intentos de mantener establecimientos productivos, quebrados y abandonados
por los capitalistas con el objetivo de conservar el empleo, una especie de «mecanismo de defensa» del trabajo que nace fruto del miedo a la exclusión, dentro
del marco de la hegemonía neoliberal de los 90.
Es una realidad que tiene su mayor expresión en Argentina, aunque también ha
tenido influencia en países como Uruguay, Brasil o Venezuela. Se circunscribe dentro de la crisis que azotó el país en 2001, coincidiendo con el famoso «corralito»1.
En aquel momento, una cantidad considerable de empresas productivas y de servicios fueron ocupadas por sus trabajadores, en un clima de agitación social bastante importante y sumidos en un ambiente de incertidumbre generalizado.
No estamos en presencia de una revolución donde un movimiento obrero
organizado y politizado, intenta tomar por la fuerza la economía o el poder del
Estado, estamos hablando de empresas gestionadas por trabajadores y trabajadoras en condiciones ruinosas, dentro de la ortodoxia económica capitalista y ante
la frecuente hostilidad del Estado, la incomprensión de los políticos e, incluso,
la falta de apoyo de los propios sindicatos.
Pese a todas las dificultades, veremos que las ERT han crecido en número y
en cantidad de puestos de trabajo, superando las 200 ERT y llegando prácticamente a los 10.000 trabajadores. Además, lejos de detenerse, el fenómeno aglutina cada vez a más sectores productivos y se lleva a cabo en un mayor número
de países, llegando incluso a Europa, con todas las salvedades.
15 fábricas rEsucitadas: rEspuEsta dE los trabajadorEs argEntinos antE El dEsEmplEo circunstancias particulares de la crisis Argentina; de la incapacidad de la burguesía Argentina; de la implantación a ultranza del modelo neoliberal1 en su versión más ortodoxa, que redundó en un proceso de desindustrialización (Collin Harguindeguy, 2003) arrastrando al país a 18 meses de recesión y tasas hasta del 25% de desempleo, en un país que en el 98% es urbano y la población mayoritariamente asalariada. Pero tampoco fue un fenómeno totalmente espontáneo, intervinieron como componente experiencias del movimiento obrero, y la existencia de promotores dispuestos transferir un know how. En cierto sentido la situación se ajustaba a la defnición de Lenin de crisis revolucionaria, los de arriba no podían seguir como hasta entonces, y los de abajo ya no querían. A los empresarios, supuestamente diferenciados de los demás humanos, por su capacidad para afrontar el riesgo, no les gusta perder; o dicho en la jerga construida por los obreros, actores de los procesos de recuperación, había: empresas pobres y empresarios ricos2. En el contexto de la paridad con el dólar muchos empresarios dejaron de producir, para mutar en importadores, otros siguieron produciendo, pero en otros países, más competitivos – es decir con costos laborales y de servicios3 menores a los de Argentina–. En ambos casos cerraron empresas dejando en el desempleo a obreros y trabajadores. Mientras que otros, arrastrando deudas con los trabajadores –tanto en salarios como en el pago de cargas sociales–, con los acreedores –por el pago de servicios y de impuestos– y en ocasiones deudas bancarias, preten- dieron seguir produciendo en otra parte, bajo otra razón social. Para hacerlo requerían sacar con todo sigilo, es decir sin que se enteraran los acreedores, las maquinarias y la materia prima y trasladarlos a una nueva locación. En unos casos esta fue la gota que derramó el vaso. De todos los acreedores posibles, de las empresas en proceso de quiebra (Dirección General Impositiva, prestadores de servicios, bancos, proveedores y trabajadores) sólo a los trabajadores resultaba difícil poderles ocultar la auto sustracción de maquinarias, equipo y materia prima y fueron los primeros en reaccionar. En la mayoría de los casos fueron las deudas acumuladas, la posibilidad del cierre, los 1 La ortodoxia en la aplicación del modelo es reconocida desde el departamento de Tesoro Norteame- ricano en la voz de Paul Krugman: “Argentina, more tan any other developing country, bought into the promises of U.S.-promoted neoliberalism (that´s liberal as in free markets, not as Ted Kennedy). Tariffs were slashed, state enterprices were privatized, multinational corporations were welcomed, and the peso was pegged to the dolar” (Kruggman, 2002) 2 Expresión recurrente en las entrevistas. Las entrevistas fueron realizadas en diciembre 2007- enero 2008, en el marco del proyecto Movimientos Sociales Contraculturales. Ciencia Básica Conacyt, el Colegio de Tlaxcala 3 Entre otras de las consecuencias del modelo de privatización de las empresas de servicios del estado, bajo contratos que permitían la indexación de los precios de los servicios por encima de la infación en dólares.
respuesta:Las empresas recuperadas por los trabajadores (ERT), son unas experiencias
concretas de autogestión obrera que nacieron en tiempos de crisis y que a pesar
de las dificultades, siguen en funcionamiento bajo una perspectiva y unos principios rectores diferentes a la lógica capitalista.
Las llamadas —por los propios trabajadores— «empresas recuperadas» son
intentos de mantener establecimientos productivos, quebrados y abandonados
por los capitalistas con el objetivo de conservar el empleo, una especie de «mecanismo de defensa» del trabajo que nace fruto del miedo a la exclusión, dentro
del marco de la hegemonía neoliberal de los 90.
Es una realidad que tiene su mayor expresión en Argentina, aunque también ha
tenido influencia en países como Uruguay, Brasil o Venezuela. Se circunscribe dentro de la crisis que azotó el país en 2001, coincidiendo con el famoso «corralito»1.
En aquel momento, una cantidad considerable de empresas productivas y de servicios fueron ocupadas por sus trabajadores, en un clima de agitación social bastante importante y sumidos en un ambiente de incertidumbre generalizado.
No estamos en presencia de una revolución donde un movimiento obrero
organizado y politizado, intenta tomar por la fuerza la economía o el poder del
Estado, estamos hablando de empresas gestionadas por trabajadores y trabajadoras en condiciones ruinosas, dentro de la ortodoxia económica capitalista y ante
la frecuente hostilidad del Estado, la incomprensión de los políticos e, incluso,
la falta de apoyo de los propios sindicatos.
Pese a todas las dificultades, veremos que las ERT han crecido en número y
en cantidad de puestos de trabajo, superando las 200 ERT y llegando prácticamente a los 10.000 trabajadores. Además, lejos de detenerse, el fenómeno aglutina cada vez a más sectores productivos y se lleva a cabo en un mayor número
de países, llegando incluso a Europa, con todas las salvedades.
Explicación: