ROMA MONARQUIA REPÚBLICA IMPERIOROMA MONARQUIA REPÚBLICA IMPERIOComplete el siguiente organizador gráfico señalando los eventos y las características esenciales de cada período de la historia de Roma.
Durante los dos primeros siglos de existencia de Roma, la ciudad fue gobernada por reyes. El rey, elegido por el senado, concentraba todos los poderes y era un cargo vitalicio. Suyo era el máximo poder militar y religioso.
En este período el monarca Numa Pompilio instaura según la leyenda el calendario de 12 meses, el pueblo se transforma en ciudad, el territorio romano se divide en distritos, se construye el puerto de Ostia aumentando los intereses comerciales hacia el mar Tirreno (en el 509 a.C se firma un tratado entre Roma y Cartago).
Será precisamente el año 509 a.C. el del fin de la Monarquía. En ese año el rey Tarquino el Soberbio, que gobernaba de forma autoritaria y despótica, es expulsado después de una revuelta.
Después de la expulsión del último rey, los romanos iniciaron una nueva forma de gobierno: la República.
A partir de ahora serán dos cónsules, elegidos por un año, quienes dirigirán la ciudad en acuerdo con el senado. Tanto los cónsules como los miembros del senado son patricios (miembros de familias nobles).
Los distintos integrantes del aparato de gobierno (los dos cónsules, los pretores, los censores, los cuestores,...) son elegidos por los ciudadanos de Roma. A los cónsules los eligen los electores y a los miembros del senado los censores, que previamente han sido elegidos por los electores.
Durante este período Roma se convierte en una potencia lo que le permite enfrentarse a Cartago, contra quienes mantuvieron tres guerras. La rivalidad romano-cartaginesa llevará a la destrucción de Cartago en el año 146 a.C. durante la tercera guerra púnica.
En el período republicano el ejército se convierte en profesional y permanente.
Si bien la organización política de Roma buscaba garantizar la convivencia entre las diferentes fuerzas sociales los enfrentamientos entre plebeyos y patricios son constantes, al reclamar los primeros más derechos. Finalmente, los plebeyos sí podrán elegir a sus representantes, los tribunos, que podrán oponerse a determinadas decisiones.
El final del período republicano está marcado por guerras civiles y por el enfrentamiento interno entre patricios y plebeyos.
Tras el asesinato de Julio César el 15 de marzo del año 44 a.C (los idus de marzo), y una vez sus reponsables son vencidos, se forma un nuevo triunvirato con Octavio, Lépido y Marco Antonio.
Será en el año 27 a.C. cuando Octavio, después de vencer a sus rivales Lépido en el 36 a.C. y a Marco Antonio en el 31 a.C, devuelva la paz y se convierta en el primer emperador. Aunque el senado sigue existiendo, Octavio Augusto logra para sí mismo todo el poder. La república muere y nace el Imperio.
Durante los dos primeros siglos de existencia de Roma, la ciudad fue gobernada por reyes. El rey, elegido por el senado, concentraba todos los poderes y era un cargo vitalicio. Suyo era el máximo poder militar y religioso.
En este período el monarca Numa Pompilio instaura según la leyenda el calendario de 12 meses, el pueblo se transforma en ciudad, el territorio romano se divide en distritos, se construye el puerto de Ostia aumentando los intereses comerciales hacia el mar Tirreno (en el 509 a.C se firma un tratado entre Roma y Cartago).
Será precisamente el año 509 a.C. el del fin de la Monarquía. En ese año el rey Tarquino el Soberbio, que gobernaba de forma autoritaria y despótica, es expulsado después de una revuelta.
Después de la expulsión del último rey, los romanos iniciaron una nueva forma de gobierno: la República.
A partir de ahora serán dos cónsules, elegidos por un año, quienes dirigirán la ciudad en acuerdo con el senado. Tanto los cónsules como los miembros del senado son patricios (miembros de familias nobles).
Los distintos integrantes del aparato de gobierno (los dos cónsules, los pretores, los censores, los cuestores,...) son elegidos por los ciudadanos de Roma. A los cónsules los eligen los electores y a los miembros del senado los censores, que previamente han sido elegidos por los electores.
Durante este período Roma se convierte en una potencia lo que le permite enfrentarse a Cartago, contra quienes mantuvieron tres guerras. La rivalidad romano-cartaginesa llevará a la destrucción de Cartago en el año 146 a.C. durante la tercera guerra púnica.
En el período republicano el ejército se convierte en profesional y permanente.
Si bien la organización política de Roma buscaba garantizar la convivencia entre las diferentes fuerzas sociales los enfrentamientos entre plebeyos y patricios son constantes, al reclamar los primeros más derechos. Finalmente, los plebeyos sí podrán elegir a sus representantes, los tribunos, que podrán oponerse a determinadas decisiones.
El final del período republicano está marcado por guerras civiles y por el enfrentamiento interno entre patricios y plebeyos.
Tras el asesinato de Julio César el 15 de marzo del año 44 a.C (los idus de marzo), y una vez sus reponsables son vencidos, se forma un nuevo triunvirato con Octavio, Lépido y Marco Antonio.
Será en el año 27 a.C. cuando Octavio, después de vencer a sus rivales Lépido en el 36 a.C. y a Marco Antonio en el 31 a.C, devuelva la paz y se convierta en el primer emperador. Aunque el senado sigue existiendo, Octavio Augusto logra para sí mismo todo el poder. La república muere y nace el Imperio.