Resumen sobre la historia de la virgen morena de sopetran
luceroespinoza
Era el 22 de febrero de 1616, durante la conquista de los nuevos territorios de la corona del reino de España en tierras americanas, en lo que se llamó Nueva Granada, cuando se produjo el asentamiento de una ciudad llamada Sopetrán sobre un primitivo pueblo indio nutabe en lo que, ahora es el departamento de Antioquia en Colombia. Esta circunstancia se debió a la fervorosa devoción del oidor don Francisco Herrera Campuzano, natural de la villa de Hita, que quiso así rendir homenaje a su tierra. Así lo afirma el muy ilustre historiador de la Conquista de la Nueva Granada, Lucas Fernández de Piedrahita. Herrera Campuzano tenía potestad de don Gaspar de Rodas, gobernador de Antioquia para fundar ciudades. Encargó en Santa Fe tres copias de cuadros de la Virgen de Sopetrán para las siguientes parroquias de la zona: Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, la Viceparroquia de Saladito en Córdoba y la Viceparroquia de la Quebrada Seca. La persona que trajo el lienzo a Sopetrán desde Santa Fe, fue el capitán Agustín Antolinez de Burgos, natural de Valladolid. En nuestras fotos podemos ver las pequeñas diferencias de los lienzos, entre el que se conserva en Sopetrán y el de la Parroquia de Saladito. La construcción de la iglesia duró cuarenta años. Los terrenos fueron cedidos por Manuel María Dávila y Pedro Sevillano. La dirección de las obras fue a cargo del presbítero Justiniano Madrid y hoy podemos admirar su magnífica arquitectura en dicha ciudad. La fundación de Sopetrán, según José Manuel Fernández, alcalde territorial en aquellos años, empezó con 260 blancos, 510 indios, 449 mestizos, 750 negros y mulatos y 190 esclavos. Desde su creación, la ciudad de Sopetrán estuvo bajo la advocación de la Virgen y muchos hechos sorprendentes y milagros, estuvieron presentes. Dentro de estos, queremos significar el siguiente: En 1640, estando de viaje por Sopetrán don Juan Vélez de Guevara, Marqués de Quintana de las Torres, Gobernador y Capitán General que fue de la Provincia de Antioquia, enfermó su hija mayor, doña Casilda Vélez de Guevara. Casi muerta, fue llevada a la iglesia de Sopetrán y depositada en el altar mayor de la Virgen. Su curación fue tan radical que, posteriormente, se casó y tuvo muchos hijos. Murió de edad muy avanzada. En la fotografía del lienzo que nos ha enviado la Parro