El Quipu fue una herramienta nemotécnica usada por las civilizaciones andinas como sistema de contabilidad. La palabra Quipu proviene del vocablo quechua khipu y significa nudo, ligadura o atadura. El quipu consta de una cuerda principal sin nudos, de la cual penden otras generalmente anudadas. Estas eran de diversos colores, formas y tamaños, los colores denotaban sectores y los nudos la cantidad. Eran fabricados de algodón o lana a base de pelo de llama o alpaca.
Los Quipus se coloreaban, se anudaban y se codificaban en valores numéricos siguiendo un sistema de posiciones de base decimal. El Quipu más antiguo data del año 2.500 a.C. y fueron utilizados hasta su destrucción por los colonos durante la colonización española.
Quilca es un el vocablo de origen quechua y aymara que se utiliza para denominar en Perú al arte rupestre, pictogramas y petroglifos. Desde el período del imperio inca el término quilca y sus variaciones semánticas en los idiomas quechua y aymara se utilizaron para denominar las artes gráficas de la pintura y el dibujo.
A partir de la colonización española, el término se empezó a utilizar para identificar a la escritura europea en forma genérica hasta la recuperación del término por el geógrafo Javier Pulgar Vidal tras exploraciones arqueológicas.
El Quipu fue una herramienta nemotécnica usada por las civilizaciones andinas como sistema de contabilidad. La palabra Quipu proviene del vocablo quechua khipu y significa nudo, ligadura o atadura. El quipu consta de una cuerda principal sin nudos, de la cual penden otras generalmente anudadas. Estas eran de diversos colores, formas y tamaños, los colores denotaban sectores y los nudos la cantidad. Eran fabricados de algodón o lana a base de pelo de llama o alpaca.
Los Quipus se coloreaban, se anudaban y se codificaban en valores numéricos siguiendo un sistema de posiciones de base decimal. El Quipu más antiguo data del año 2.500 a.C. y fueron utilizados hasta su destrucción por los colonos durante la colonización española.
Quilca es un el vocablo de origen quechua y aymara que se utiliza para denominar en Perú al arte rupestre, pictogramas y petroglifos. Desde el período del imperio inca el término quilca y sus variaciones semánticas en los idiomas quechua y aymara se utilizaron para denominar las artes gráficas de la pintura y el dibujo.
A partir de la colonización española, el término se empezó a utilizar para identificar a la escritura europea en forma genérica hasta la recuperación del término por el geógrafo Javier Pulgar Vidal tras exploraciones arqueológicas.