Un cachorro de la raza akita es enviado por su criador japonés a Estados Unidos por encargo, en el transporte del perro la jaula se cae del vehículo y va a dar a una estación de tren donde un profesor de universidad llamado Parker Wilson (Richard gere) lo encuentra perdido y levemente herido.
Trata de ayudarlo y de buscar dónde dejarlo. Habla con el controlador de la estación de tren pero le pone impedimentos para quedárselo, así que decide llevárselo a casa hasta que encuentre al dueño que reclame por él. Pasan los días y nadie reclama por el cachorro, tampoco encuentra quien quiera adoptarlo. El profesor Parker se encariña con la mascota, pero su mujer se opone a que se lo queden ellos, hasta que se empezó a crear un bonito vínculo entre el cachorro y el profesor, y su mujer, al ver lo encariñado que estaba su marido con el cachorro acabó aceptando que se quedara con ellos definitivamente.
Tras días de juego y cariño mutuo, el profesor y el cachorro establecieron un vínculo muy fuerte, hasta el punto de que cuando tenía que ir a trabajar dando clases en la universidad, “hachi” como así bautizó a su cachorro, le acompañaba todos los días hasta la estación de tren, y cuando veía que su dueño desaparecía entre la multitud, entonces le esperaba en la misma estación hasta que de vuelta de trabajar, de nuevo se reencontraban para caminar de vuelta juntos hacia la casa.
Parker había tratado por todos los medios que su mascota se quedara en casa mientras él acudía a trabajar, pero nada funcionaba, el perro terminaba escapándose para acompañarlo a la estación de tren y de allí no se movía hasta que su dueño terminara su jornada laboral y volviera a la estación de nuevo.
Un día dando clases en la universidad, el profesor Parker sufrió un ataque cardíaco y murió en el acto. Su perro siguió esperándole en la estación de tren durante horas hasta que un familiar se llevó a la mascota de vuelta a casa. A pesar de ello, al día siguiente Hachi se escapa y vuelve a la estación de tren a esperar a su amo, al ver que no llega, se pasa allí el día y la noche.
La mujer del profesor Parker vende la casa, se traslada a vivir con su hija y se llevan también al perro, pero aún alejados de la vieja casa donde residían, el perro vuelve a escaparse camino hacia la casa antigua, pero al ver que vivía otra familia desconocida, volvió de nuevo a la estación de tren en busca de su querido dueño fallecido.
Allí sigue esperando durante horas y horas pero al ver que su amo no aparece, se queda deambulandopor la zona y duerme bajo los vagones de un tren abandonado. Va sobreviviendo gracias a un vendedor de perritos calientes, amigo del fallecido profesor Parker que le va alimentando.
Pasan los años y día tras día Hachi sigue yendo cada mañana a la estación de tren para esperar a su dueño y así pasa los largos días de su vida. La familia del profesor Parker presenciaron cómo después de muchos años, Hachi seguía esperando a su dueño en la estación de siempre, con aspecto envejecido y débil.
Finalmente una noche fría bajo los vagones de un tren, la mascota muere, soñando instantes antes con la presencia de su dueño en la estación.La hija del profesor fallecido, le cuenta a su hijo de 10 años la triste historia de su padre y su mascota leal. El niño aprende lo que es el amor y la lealtad verdadera y lo cuenta en la escuela en un ejercicio donde les hacen explicar a quien consideran un héroe.
Un cachorro de la raza akita es enviado por su criador japonés a Estados Unidos por encargo, en el transporte del perro la jaula se cae del vehículo y va a dar a una estación de tren donde un profesor de universidad llamado Parker Wilson (Richard gere) lo encuentra perdido y levemente herido.
Trata de ayudarlo y de buscar dónde dejarlo. Habla con el controlador de la estación de tren pero le pone impedimentos para quedárselo, así que decide llevárselo a casa hasta que encuentre al dueño que reclame por él. Pasan los días y nadie reclama por el cachorro, tampoco encuentra quien quiera adoptarlo. El profesor Parker se encariña con la mascota, pero su mujer se opone a que se lo queden ellos, hasta que se empezó a crear un bonito vínculo entre el cachorro y el profesor, y su mujer, al ver lo encariñado que estaba su marido con el cachorro acabó aceptando que se quedara con ellos definitivamente.
Tras días de juego y cariño mutuo, el profesor y el cachorro establecieron un vínculo muy fuerte, hasta el punto de que cuando tenía que ir a trabajar dando clases en la universidad, “hachi” como así bautizó a su cachorro, le acompañaba todos los días hasta la estación de tren, y cuando veía que su dueño desaparecía entre la multitud, entonces le esperaba en la misma estación hasta que de vuelta de trabajar, de nuevo se reencontraban para caminar de vuelta juntos hacia la casa.
Parker había tratado por todos los medios que su mascota se quedara en casa mientras él acudía a trabajar, pero nada funcionaba, el perro terminaba escapándose para acompañarlo a la estación de tren y de allí no se movía hasta que su dueño terminara su jornada laboral y volviera a la estación de nuevo.
Un día dando clases en la universidad, el profesor Parker sufrió un ataque cardíaco y murió en el acto. Su perro siguió esperándole en la estación de tren durante horas hasta que un familiar se llevó a la mascota de vuelta a casa. A pesar de ello, al día siguiente Hachi se escapa y vuelve a la estación de tren a esperar a su amo, al ver que no llega, se pasa allí el día y la noche.
La mujer del profesor Parker vende la casa, se traslada a vivir con su hija y se llevan también al perro, pero aún alejados de la vieja casa donde residían, el perro vuelve a escaparse camino hacia la casa antigua, pero al ver que vivía otra familia desconocida, volvió de nuevo a la estación de tren en busca de su querido dueño fallecido.
Allí sigue esperando durante horas y horas pero al ver que su amo no aparece, se queda deambulandopor la zona y duerme bajo los vagones de un tren abandonado. Va sobreviviendo gracias a un vendedor de perritos calientes, amigo del fallecido profesor Parker que le va alimentando.
Pasan los años y día tras día Hachi sigue yendo cada mañana a la estación de tren para esperar a su dueño y así pasa los largos días de su vida. La familia del profesor Parker presenciaron cómo después de muchos años, Hachi seguía esperando a su dueño en la estación de siempre, con aspecto envejecido y débil.
Finalmente una noche fría bajo los vagones de un tren, la mascota muere, soñando instantes antes con la presencia de su dueño en la estación.La hija del profesor fallecido, le cuenta a su hijo de 10 años la triste historia de su padre y su mascota leal. El niño aprende lo que es el amor y la lealtad verdadera y lo cuenta en la escuela en un ejercicio donde les hacen explicar a quien consideran un héroe.