La historia comenzó en colores, por eso el auto era rojo. Primero se veían los faros de frente y a la distancia. Después una ruta desolada, el auto de costado, y la velocidad como una hilera de erres.
El conductor del auto era el perfil de un hombre.
El hombre de perfil se llamaba Santiago.
Santiago volvía al pueblo después de una ausencia que había durado muchas páginas. Traía consigo la misma estatura que se había llevado. Más la esperanza de encontrar un final feliz.
Santiago regresó a San Jerónimo buscando el parque de diversiones de los húngaros. Aquel "Budapest" que dividió a los vecinos de toda la vida y los condujo a un enfrentamiento del cual ninguno salió ileso. Fueron tiempos en que las amas de casa abandonaron sus cocinas para ocupar un sitio en la guerra. Tiempos en que un pequeño pueblo de provincia vio nacer a un héroe de historieta. Un tiempo de títeres muertos y besos mal dibujados.
Santiago estuvo en un bando. Doña Lupe, en el otro. Ellos y el mundo se enfrentaron en nombre del "Budapest". Un parque de diversiones desvencijado que aseguraba haber cruzado el mar desde las lejanas tierras de Hungría para que damas, niños y caballeros pudieran disfrutar de sus atracciones. El "Budapest" se instaló en el pueblo como un cuarto menguante al final de la lluvia. Y ya nada pudo ser igual. Que te sirva :V
La historia comenzó en colores, por eso el auto era rojo. Primero se veían los faros de frente y a la distancia. Después una ruta desolada, el auto de costado, y la velocidad como una hilera de erres.
El conductor del auto era el perfil de un hombre.
El hombre de perfil se llamaba Santiago.
Santiago volvía al pueblo después de una ausencia que había durado muchas páginas. Traía consigo la misma estatura que se había llevado. Más la esperanza de encontrar un final feliz.
Santiago regresó a San Jerónimo buscando el parque de diversiones de los húngaros. Aquel "Budapest" que dividió a los vecinos de toda la vida y los condujo a un enfrentamiento del cual ninguno salió ileso. Fueron tiempos en que las amas de casa abandonaron sus cocinas para ocupar un sitio en la guerra. Tiempos en que un pequeño pueblo de provincia vio nacer a un héroe de historieta. Un tiempo de títeres muertos y besos mal dibujados.
Santiago estuvo en un bando. Doña Lupe, en el otro. Ellos y el mundo se enfrentaron en nombre del "Budapest". Un parque de diversiones desvencijado que aseguraba haber cruzado el mar desde las lejanas tierras de Hungría para que damas, niños y caballeros pudieran disfrutar de sus atracciones. El "Budapest" se instaló en el pueblo como un cuarto menguante al final de la lluvia. Y ya nada pudo ser igual.
Que te sirva :V