Veinte mil leguas de viaje submarino comienza con la narración en primera persona, del personaje Pierre Aronnax, quien es descrito como un afamado biólogo francés, que junto a dos compañeros de viaje (el arponero Ned Land y su criado Conseil) conocerán las profundidades marinas, a bordo del submarino Nautilus, el cual es comandado por el Capitán Nemo y su tripulación. De esta forma, Aronnax contará cómo él y sus futuros acompañantes de naufragio se abrieron a la mar sobre el Abraham Lincon, buque de guerra estadounidense, quien comandado por el almirante Farragut, se había dado a la tarea de cazar a un monumental cetáceo, con un filoso cuerno en su cara.
Sin embargo, el animal había logrado embestir el barco, haciendo que éste volcará, lanzando al profesor Aronnax y a Conseil, su criado, ante el mar enfurecido. Por fortuna, para este biólogo y su mpleado, Ned Land –arponero responsable de dar caza al enigmático cetáceo- logra rescatarlos, llevándolos a tierra firme. No obstante, lo que en primer momento se cree una pequeña isla, rápidamente es identificada como una coraza metálica, perteneciente a una nave, de donde salen ocho hombres enmascarados, para llevárselos al interior de esta extraña maquinaria.
De esta forma, el biólogo Aronnax, Conseil y Ned Land conocerán el interior del Nautilus y a su comandante, el capitán Nemo. Éste es bastante hospitalario al principio, mostrándoles el interior de la embarcación, la cual sorprende a los visitantes por su avanzada tecnología. No obstante, su cordialidad, el capitán Nemo les advierte, que nunca más podrán volver a la superficie, puesto que no puede dejarlos escapar ahora que han conocido el interior de la nave.
Comenzará así un largo viaje, a través de las profundidades marinas, en donde se describirá con gran detalle la fauna y flora marina de todos los territorios recorridos en la historia, así como la maquinaria y tecnología, la cual era identificada como futurista para la época. A pesar del emocionante viaje, Ned Land insta a sus compañeros de naufragio a escapar del Nautilus, lo cual en primer momento parece imposible.
De repente –después de varias derrotas bélicas de las cuales fue protagonista el Nautilus- la tripulación se ve presa de gran agitación, mientras gritan Maelstrom (palabra noruega con el cual se denomina un enorme remolino, que según algunas fuentes se encuentra en el archipiélago de las islas Lofoten). Los tres hombres logran escapar, llegando íntegros hasta las costas de Noruega, en donde logran ser rescatados, para después contar sobre las maravillas vistas en el fondo del mar, a través de sus veinte mil leguas de viaje submarino.
Veinte mil leguas de viaje submarino comienza con la narración en primera persona, del personaje Pierre Aronnax, quien es descrito como un afamado biólogo francés, que junto a dos compañeros de viaje (el arponero Ned Land y su criado Conseil) conocerán las profundidades marinas, a bordo del submarino Nautilus, el cual es comandado por el Capitán Nemo y su tripulación. De esta forma, Aronnax contará cómo él y sus futuros acompañantes de naufragio se abrieron a la mar sobre el Abraham Lincon, buque de guerra estadounidense, quien comandado por el almirante Farragut, se había dado a la tarea de cazar a un monumental cetáceo, con un filoso cuerno en su cara.
Sin embargo, el animal había logrado embestir el barco, haciendo que éste volcará, lanzando al profesor Aronnax y a Conseil, su criado, ante el mar enfurecido. Por fortuna, para este biólogo y su mpleado, Ned Land –arponero responsable de dar caza al enigmático cetáceo- logra rescatarlos, llevándolos a tierra firme. No obstante, lo que en primer momento se cree una pequeña isla, rápidamente es identificada como una coraza metálica, perteneciente a una nave, de donde salen ocho hombres enmascarados, para llevárselos al interior de esta extraña maquinaria.
De esta forma, el biólogo Aronnax, Conseil y Ned Land conocerán el interior del Nautilus y a su comandante, el capitán Nemo. Éste es bastante hospitalario al principio, mostrándoles el interior de la embarcación, la cual sorprende a los visitantes por su avanzada tecnología. No obstante, su cordialidad, el capitán Nemo les advierte, que nunca más podrán volver a la superficie, puesto que no puede dejarlos escapar ahora que han conocido el interior de la nave.
Comenzará así un largo viaje, a través de las profundidades marinas, en donde se describirá con gran detalle la fauna y flora marina de todos los territorios recorridos en la historia, así como la maquinaria y tecnología, la cual era identificada como futurista para la época. A pesar del emocionante viaje, Ned Land insta a sus compañeros de naufragio a escapar del Nautilus, lo cual en primer momento parece imposible.
De repente –después de varias derrotas bélicas de las cuales fue protagonista el Nautilus- la tripulación se ve presa de gran agitación, mientras gritan Maelstrom (palabra noruega con el cual se denomina un enorme remolino, que según algunas fuentes se encuentra en el archipiélago de las islas Lofoten). Los tres hombres logran escapar, llegando íntegros hasta las costas de Noruega, en donde logran ser rescatados, para después contar sobre las maravillas vistas en el fondo del mar, a través de sus veinte mil leguas de viaje submarino.