Meg, Jo, Beth y Amy las cuatro hermanas, platicaban mientras cocían calcetines para el ejercito, sobre la navidad tan triste que pasarían ese año, su padre se había enlistado en el ejercito como sacerdote, al entrar su madre les dice que había recibido carta de su padre, todas se sentaron para escuchar lo que decía la carta, el padre les pedía que fueran obedientes, amorosísimas y que lucharan contra sus defectos para que se sintiera orgulloso de ellas, todas prometieron hacer su mejor esfuerzo para que esto sucediera.
Su madre les recordó la representación de los peregrinos que solían hacer cuando eran pequeñas, diciéndoles que su esfuerzo sería igual al de ellos, no debían dejar sus cargas en el camino, tendrían que llevarlas hasta el final, procurando no echarles más carga de la que podían llevar, las muchachas se dieron cuenta de que las cargas de que hablaba su madre eran sus defectos y sus obligaciones.
Meg, Jo, Beth y Amy las cuatro hermanas, platicaban mientras cocían calcetines para el ejercito, sobre la navidad tan triste que pasarían ese año, su padre se había enlistado en el ejercito como sacerdote, al entrar su madre les dice que había recibido carta de su padre, todas se sentaron para escuchar lo que decía la carta, el padre les pedía que fueran obedientes, amorosísimas y que lucharan contra sus defectos para que se sintiera orgulloso de ellas, todas prometieron hacer su mejor esfuerzo para que esto sucediera.
Su madre les recordó la representación de los peregrinos que solían hacer cuando eran pequeñas, diciéndoles que su esfuerzo sería igual al de ellos, no debían dejar sus cargas en el camino, tendrían que llevarlas hasta el final, procurando no echarles más carga de la que podían llevar, las muchachas se dieron cuenta de que las cargas de que hablaba su madre eran sus defectos y sus obligaciones.