El Libro de las Tierras Vírgenes es, en realidad, una recopilación de cuentos, de los cuales los primeros 8 son, en realidad, parte de una misma historia. La misma comienza cuando, huyendo del ataque de Shere Khan (el tigre) pierden a su hijo pequeño. Éste aparece en la cueva de unos lobos (papá Lobo y Raksha -El Demonio) quienes no solo lo salvan de las garras de Shere Khan, sino que a su vez lo acogen como a su propio hijo. Raksha lo llama Mowlgli -la rana, dado que no tiene pelo- y lo hace de su familia.
Mowgli es entonces presentado en el Consejo de Roca, máximo órgano deliberativo de la Manada, para que sea aceptado como tal. El Consejo es liderado por Akela (que significa Lobo Solitario) que remarca que, tal como marca la Ley de la Selva, algo tiene que ser ofrecido para salvar su vida y ser aceptado dentro de la Manada, por lo que Bagheera (la pantera negra que enseña a los lobatos a cazar) ofrece a la Manada un buey que recién ha matado. Así, Mowgli pasa a formar parte de la manada de lobos.
Como cualquier otro lobato, es instruido en la Ley de la Selva por Baloo, un viejo oso pardo. Mowgli vive así diferentes historias que le hacen entender el verdadero valor de las leyes, de la amistad, y sobre todo del trabajo en equipo.
Sin embargo, a medida que crece las diferencias entre Mowgli y los lobos se hacen más evidentes. Es aquí cuando, el poder de Shere Khan se hace más fuerte. Mowgli es así expulsado de la Manada, y se va a vivir con su madre biológica a quien ha encontrado en un pueblo cercano. De cualquier forma, todavía tenía pendiente una tarea dentro de la selva: matar a Shere Khan, tal como lo había predicho Raksha cuando Mowgli no era más que un niño.
En la aldea, Nathoo (nombre verdadero de Mowgli que Messua, su madre, había dado al nacer) se convierte en un pastor de bueyes, aunque no logra adaptarse completamente al estilo de vida, durmiendo en jaulas, e inventando historias de espíritus de la selva. Sin embargo, es este trabajo el que le provee de la herramienta adecuada para cumplir su tarea. Engañando a Shere Khan, con la ayuda de Akela y Hermano Gris (lobo hermano de Mowgli) logra que todo el rebaño de bueyes -liderado por Rama el buey- aplaste, literalmente, al tigre.
Cumplida su tarea Nathoo se apresta a vivir para siempre entre los humanos; aunque debe huir del pueblo donde vivía con Messua, porque es considerado un espíritu maligno de la selva por poder hablar con los animales y, principalmente, por dirigir a los bueyes a su antojo. Así ambos escapan a otro pueblo, liderado por ingleses, quienes serán los que impongan el orden, las leyes, y sobre todo, la justicia.
En el octavo cuento, termina la historia de Mowgli, y al mismo tiempo, la unicidad de las historias. De aquí en adelante, si bien todas se relacionan por tener a la Selva de Seonee como elemento locativo, todas son historias diferentes, con distintos personajes. Aparecerá Hathi, el elefante sabio, o Rikki-Tikki-Tavi, la mangosta.
El Libro de las Tierras Vírgenes es, en realidad, una recopilación de cuentos, de los cuales los primeros 8 son, en realidad, parte de una misma historia. La misma comienza cuando, huyendo del ataque de Shere Khan (el tigre) pierden a su hijo pequeño. Éste aparece en la cueva de unos lobos (papá Lobo y Raksha -El Demonio) quienes no solo lo salvan de las garras de Shere Khan, sino que a su vez lo acogen como a su propio hijo. Raksha lo llama Mowlgli -la rana, dado que no tiene pelo- y lo hace de su familia.
Mowgli es entonces presentado en el Consejo de Roca, máximo órgano deliberativo de la Manada, para que sea aceptado como tal. El Consejo es liderado por Akela (que significa Lobo Solitario) que remarca que, tal como marca la Ley de la Selva, algo tiene que ser ofrecido para salvar su vida y ser aceptado dentro de la Manada, por lo que Bagheera (la pantera negra que enseña a los lobatos a cazar) ofrece a la Manada un buey que recién ha matado. Así, Mowgli pasa a formar parte de la manada de lobos.
Como cualquier otro lobato, es instruido en la Ley de la Selva por Baloo, un viejo oso pardo. Mowgli vive así diferentes historias que le hacen entender el verdadero valor de las leyes, de la amistad, y sobre todo del trabajo en equipo.
Sin embargo, a medida que crece las diferencias entre Mowgli y los lobos se hacen más evidentes. Es aquí cuando, el poder de Shere Khan se hace más fuerte. Mowgli es así expulsado de la Manada, y se va a vivir con su madre biológica a quien ha encontrado en un pueblo cercano. De cualquier forma, todavía tenía pendiente una tarea dentro de la selva: matar a Shere Khan, tal como lo había predicho Raksha cuando Mowgli no era más que un niño.
En la aldea, Nathoo (nombre verdadero de Mowgli que Messua, su madre, había dado al nacer) se convierte en un pastor de bueyes, aunque no logra adaptarse completamente al estilo de vida, durmiendo en jaulas, e inventando historias de espíritus de la selva. Sin embargo, es este trabajo el que le provee de la herramienta adecuada para cumplir su tarea. Engañando a Shere Khan, con la ayuda de Akela y Hermano Gris (lobo hermano de Mowgli) logra que todo el rebaño de bueyes -liderado por Rama el buey- aplaste, literalmente, al tigre.
Cumplida su tarea Nathoo se apresta a vivir para siempre entre los humanos; aunque debe huir del pueblo donde vivía con Messua, porque es considerado un espíritu maligno de la selva por poder hablar con los animales y, principalmente, por dirigir a los bueyes a su antojo. Así ambos escapan a otro pueblo, liderado por ingleses, quienes serán los que impongan el orden, las leyes, y sobre todo, la justicia.
En el octavo cuento, termina la historia de Mowgli, y al mismo tiempo, la unicidad de las historias. De aquí en adelante, si bien todas se relacionan por tener a la Selva de Seonee como elemento locativo, todas son historias diferentes, con distintos personajes. Aparecerá Hathi, el elefante sabio, o Rikki-Tikki-Tavi, la mangosta.