Un nuevo e importante factor de conflicto en las relaciones Oriente-Occidente fue el final del mandato británico en Palestina y la fundación del Estado de Israel en parte de ese territorio, donde se había refugiado una gran cantidad de judíos con motivo de la persecución nazi.
Desde hacía varios años, Inglaterrase había mostrado favorable al sionismo (doctrina que postulaba la unión de los judíos en una sola nación) y había prometido a los judíos les sería otorgado un territorio para que establecieran su nación en tierras palestinas, las que, de acuerdo con la particular tradición histórica judía, les pertenecían como herencia de sus antepasados que las habían habitado en tiempos remotos.
En diciembre de 1947, la Asamblea General de la ONU aprobó un plan que establecía la partición de Palestina en dos Estados independientes, uno árabe y otro judío, y de una zona internacional en la ciudad de Jerusalén bajo control de las Naciones Unidas, con una unión económica entre las tres entidades.
El plan fue inmediata-mente aprobado por los judíos y rechazado por los árabes, situación que generó serios enfrentamientos entre ambas comunidades. La creación del Estado judío en tierras palestinas, al causar la expulsión de los pueblos árabes radicados en ellas, creó uno de los más graves conflictos en la política mundial del siglo XX.
Un nuevo e importante factor de conflicto en las relaciones Oriente-Occidente fue el final del mandato británico en Palestina y la fundación del Estado de Israel en parte de ese territorio, donde se había refugiado una gran cantidad de judíos con motivo de la persecución nazi.
Desde hacía varios años, Inglaterrase había mostrado favorable al sionismo (doctrina que postulaba la unión de los judíos en una sola nación) y había prometido a los judíos les sería otorgado un territorio para que establecieran su nación en tierras palestinas, las que, de acuerdo con la particular tradición histórica judía, les pertenecían como herencia de sus antepasados que las habían habitado en tiempos remotos.
En diciembre de 1947, la Asamblea General de la ONU aprobó un plan que establecía la partición de Palestina en dos Estados independientes, uno árabe y otro judío, y de una zona internacional en la ciudad de Jerusalén bajo control de las Naciones Unidas, con una unión económica entre las tres entidades.
El plan fue inmediata-mente aprobado por los judíos y rechazado por los árabes, situación que generó serios enfrentamientos entre ambas comunidades. La creación del Estado judío en tierras palestinas, al causar la expulsión de los pueblos árabes radicados en ellas, creó uno de los más graves conflictos en la política mundial del siglo XX.