Trataremos ahora del segundo caso: aquel es un ciudadano. No por crímenes ni violencia. Sino gracias al favor de sus compatriotas, se convierte en príncipe. El estado así constituido puede llamarse principado civil. El llegar a él no depende por completo de los méritos o de la suerte; depende, mas bien, de una cierta habilidad propiciada por la fortuna, y que necesita, o bien del apoyo del pueblo o bien de los nobles. Porque en toda ciudad se encuentran estas dos fuerzas contrarias, una de las cuales lucha por mandar y oprimir a la otra, que no quiere ser demandada ni deprimida. Y del choque de las dos corrientes surge uno de estos tres efectos. O principiado, o libertad, o licencia
Respuesta:
Trataremos ahora del segundo caso: aquel es un ciudadano. No por crímenes ni violencia. Sino gracias al favor de sus compatriotas, se convierte en príncipe. El estado así constituido puede llamarse principado civil. El llegar a él no depende por completo de los méritos o de la suerte; depende, mas bien, de una cierta habilidad propiciada por la fortuna, y que necesita, o bien del apoyo del pueblo o bien de los nobles. Porque en toda ciudad se encuentran estas dos fuerzas contrarias, una de las cuales lucha por mandar y oprimir a la otra, que no quiere ser demandada ni deprimida. Y del choque de las dos corrientes surge uno de estos tres efectos. O principiado, o libertad, o licencia
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