Cuando mamá nos avisó que iba a viajar a México en las vacaciones de invierno porque la mandaban del diario y que teníamos que quedarnos con papá esas dos semanas, yo dije no, no y no. Mi hermano no dijo nada.
—Tú padre piensa en llevarlos a Brasil—siguió mamá, mirándome únicamente a mí.
—¡Buenísimo!—gritó mi hermano.
Pero la cosa no era con él. Mamá continúo hablándome a mí e ignorando a Nacho porque sabía muy bien que la tormenta se desataba en cuestión de segundos y que los truenos y rayos saldrían de mi boquita y no de la de mi dulce herman.
Respuesta:
Cuando mamá nos avisó que iba a viajar a México en las vacaciones de invierno porque la mandaban del diario y que teníamos que quedarnos con papá esas dos semanas, yo dije no, no y no. Mi hermano no dijo nada.
—Tú padre piensa en llevarlos a Brasil—siguió mamá, mirándome únicamente a mí.
—¡Buenísimo!—gritó mi hermano.
Pero la cosa no era con él. Mamá continúo hablándome a mí e ignorando a Nacho porque sabía muy bien que la tormenta se desataba en cuestión de segundos y que los truenos y rayos saldrían de mi boquita y no de la de mi dulce herman.