R= La leyenda de la Flor de Mayo o Nicté (en maya: nicte': flor; flor de mayo, árbol así llamado.[1][2])- llamada así por la enciclopedia alfabética Yucatán en el Tiempo- es una leyenda de Yucatán compilada en el libro Leyendas Mayas por el escritor yucateco Clemente López Trujillo, la cual se refiere al árbol Plumeria o Flor de Mayo y a la constelación estelar Cruz del Sur.[3]
En el libro mencionado, Leyendas Mayas, esta leyenda se llama La Flor de Mayo.[4] Otras publicaciones especializadas que recogen esta leyenda la identifican también como la Leyenda de la Flor de Mayo
Narra la leyenda que un indígena maya casado pero sin descendencia, pasaba gran parte de su tiempo en actitud contemplativa observando las estrellas de la Cruz del Sur particularmente en las cálidas noches del mes de mayo. Se condolía el hombre de no tener hijos y rogaba a los dioses le concedieran una hija tan bella como las estrellas que observaba. Su súplica se vio satisfecha y su mujer dio a luz una niña bella y blanca como sus sueños.
La niña creció bella pero enfermiza pasándose el tiempo observando las estrellas. Al llegar a su adolescencia, su melancolía y su condición enfermiza se agravaron a pesar de los esfuerzos de los curanderos de la región que nada podían hacer frente a una enfermedad desconocida. Un mes de mayo la niña murió profundamente triste, cuando la Cruz del Sur estaba más resplandeciente que nunca. Al día siguiente de su muerte el padre soñó que su hija había volado hacia las estrellas donde ella pertenecía. Los dioses, escuchando el ruego del hombre, habían enviado una de las estrellas de la constelación para satisfacerlo, cobrando esta forma humana. Después de obsequiarlo un tiempo, la estrella había vuelto al firmamento.
La pequeña fue enterrada y al año, cuando apareció de nuevo la Cruz del Sur, en el pie de su tumba nació un árbol que hoy se conoce con el nombre de la flor de mayo (Sak Nicté en maya),[1] porque desde entonces florece en tal mes para recordar la muerte de la niña triste.[3][4][5][6]
Existe además otra versión colonial llamada "La Capilla de la Flor de mayo", la cual aparece en el libro Leyendas Izamaleñas[8] del escritor Ramiro Briceño López, donde se explica el suceso extraordinario que motivó la construcción de dicha capilla y se manifiesta la costumbre de los lugareños de ofrendar en el mes de mayo ramilletes de esta flor a la Virgen María.
Ambas leyendas tienen un mismo hilo conductor: narran la historia de una niña devota que se enferma y después fallece en el mes de mayo por designio divino; y en mayo del año siguiente, sobre el sitio de su muerte, aparece milagrosamente la flor de mayo
Respuesta:
Corzo celebrada en el mes de enero
Danza Cohuiná originaria de la Ciudad de Ocozocoautla
Danza del Calalá de origen Zoque
Danza del tigre de origen Zoque
Baile El Bolonchon de origen Chamula
Baile Bajada de maza, y cortando café originaria de la ciudad de Ocozocoautla
Baile Las chiapanecas, baile originario de San Sebastián en Chiapa de Corzo nacido de las fiestas patronales
Baile El Torito original de Suchiapa también se baila en la fiesta de San Sebastián el 20 de enero.
Baile La tonalteca
Baile Palenque originario de Palenque
Baile La tortuga, originaria de Tonalá,
Baile El Pijuy o zapateado
Baile El sapo de característica de zapateado originario de Tuxtla Chico
Sones de Ixtapa y Soyaló atribuido a las poblaciones del mismo nombre
BAile Bajada de maza, y cortando café, originario de Ocozocoautla
Baile Mi casita de origen Zoque bailado en las fiestas de Tuxtla Gutierrez
Baile la tuxtlequita de origen Zoque bailado en las fiestas de Tuxtla Gutierrez
Baile quema de la candela de origen Zoque bailado en las fiestas de Tuxtla Gutierrez
Baile pañuelo rojo de origen Zoque bailado en las fiestas de Tuxtla Gutierrez
Baile cachito rascapetate de origen Zoque bailado en las fiestas de Tuxtla Gutierrez
Baile Nicté de origen Zoque bailado en las fiestas de Tuxtla Gutierrez
Baile Aires del Coatán de origen costeño de Tapachula
Respuesta:
resumen del baile nicte
R= La leyenda de la Flor de Mayo o Nicté (en maya: nicte': flor; flor de mayo, árbol así llamado.[1][2])- llamada así por la enciclopedia alfabética Yucatán en el Tiempo- es una leyenda de Yucatán compilada en el libro Leyendas Mayas por el escritor yucateco Clemente López Trujillo, la cual se refiere al árbol Plumeria o Flor de Mayo y a la constelación estelar Cruz del Sur.[3]
En el libro mencionado, Leyendas Mayas, esta leyenda se llama La Flor de Mayo.[4] Otras publicaciones especializadas que recogen esta leyenda la identifican también como la Leyenda de la Flor de Mayo
Narra la leyenda que un indígena maya casado pero sin descendencia, pasaba gran parte de su tiempo en actitud contemplativa observando las estrellas de la Cruz del Sur particularmente en las cálidas noches del mes de mayo. Se condolía el hombre de no tener hijos y rogaba a los dioses le concedieran una hija tan bella como las estrellas que observaba. Su súplica se vio satisfecha y su mujer dio a luz una niña bella y blanca como sus sueños.
La niña creció bella pero enfermiza pasándose el tiempo observando las estrellas. Al llegar a su adolescencia, su melancolía y su condición enfermiza se agravaron a pesar de los esfuerzos de los curanderos de la región que nada podían hacer frente a una enfermedad desconocida. Un mes de mayo la niña murió profundamente triste, cuando la Cruz del Sur estaba más resplandeciente que nunca. Al día siguiente de su muerte el padre soñó que su hija había volado hacia las estrellas donde ella pertenecía. Los dioses, escuchando el ruego del hombre, habían enviado una de las estrellas de la constelación para satisfacerlo, cobrando esta forma humana. Después de obsequiarlo un tiempo, la estrella había vuelto al firmamento.
La pequeña fue enterrada y al año, cuando apareció de nuevo la Cruz del Sur, en el pie de su tumba nació un árbol que hoy se conoce con el nombre de la flor de mayo (Sak Nicté en maya),[1] porque desde entonces florece en tal mes para recordar la muerte de la niña triste.[3][4][5][6]
Existe además otra versión colonial llamada "La Capilla de la Flor de mayo", la cual aparece en el libro Leyendas Izamaleñas[8] del escritor Ramiro Briceño López, donde se explica el suceso extraordinario que motivó la construcción de dicha capilla y se manifiesta la costumbre de los lugareños de ofrendar en el mes de mayo ramilletes de esta flor a la Virgen María.
Ambas leyendas tienen un mismo hilo conductor: narran la historia de una niña devota que se enferma y después fallece en el mes de mayo por designio divino; y en mayo del año siguiente, sobre el sitio de su muerte, aparece milagrosamente la flor de mayo
.
Explicación:
esperó que te ayude