Antes de que Luis y Esther lleguen a la sala de urgencias, Cintia, Santi y Máximo aguardan en la sala de espera. Son los amigos de Luciana y los tres se preguntan lo mismo, “¿por qué a mí no me ha pasado nada?”. La noche anterior habían estado de fiesta en la discoteca Pandora's junto con otros amigos, Ana, Paco y Raúl. Cada uno había consumido aquella pastilla con una media luna tatuada en el centro, pero a Luciana le “sentó mal”. Ahora se encontraba inconsciente y, bajo el diagnóstico del doctor Juan Pons, la situación no pintaba muy bien. Los chicos fueron engañados y lo que les habrían vendido como éxtasis era en realidad eva, otro tipo de sustancia.
Al llegar al hospital, los padres de Luciana, que estaban acompañados de Norma, su hermana menor, se enteraron de toda la situación. Después de ello solo les quedaba esperar. Pero, Santi, Cintia y Máximo decidieron contarle lo sucedido a Eloy, el novio de Luciana, y Loreto, una de sus mejores amigas. Eloy llegó casi de inmediato con la noticia desalentadora de que la única esperanza que quedaba para salvar a su novia era conseguir una de las pastillas y descubrir su composición. Por su parte, Loreto no podía salir, sufría de bulimia y estaba en tal estado de deterioro físico que no podría acompañar a su amiga.
A partir de este punto vemos qué experimentan y sienten las personas que están cerca a la protagonista. Descubrimos que Luciana era una de las mejores estudiantes de su clase, con un destacado talento para el ajedrez
o este es unresumenmás corto
Una llamada en la madrugada despertó a Luis y Esther Salas, la voz de una enfermera los apuró con una noticia devastadora: su hija está en el hospital en estado de coma.
A través de un vocabulario sencillo y capítulos cortos, Jordi Sierra i Fabra nos adentra en su trama: Luciana, una joven de 18 años consumió por primera vez lo que aparentemente era una pastilla de éxtasis y un golpe de calor la dejó en la cama de un hospital. A partir de aquí conocemos los personajes y las implicaciones del consumo.
Antes de que Luis y Esther lleguen a la sala de urgencias, Cintia, Santi y Máximo aguardan en la sala de espera. Son los amigos de Luciana y los tres se preguntan lo mismo, “¿por qué a mí no me ha pasado nada?”. La noche anterior habían estado de fiesta en la discoteca Pandora's junto con otros amigos, Ana, Paco y Raúl. Cada uno había consumido aquella pastilla con una media luna tatuada en el centro, pero a Luciana le “sentó mal”. Ahora se encontraba inconsciente y, bajo el diagnóstico del doctor Juan Pons, la situación no pintaba muy bien. Los chicos fueron engañados y lo que les habrían vendido como éxtasis era en realidad eva, otro tipo de sustancia.
Al llegar al hospital, los padres de Luciana, que estaban acompañados de Norma, su hermana menor, se enteraron de toda la situación. Después de ello solo les quedaba esperar. Pero, Santi, Cintia y Máximo decidieron contarle lo sucedido a Eloy, el novio de Luciana, y Loreto, una de sus mejores amigas. Eloy llegó casi de inmediato con la noticia desalentadora de que la única esperanza que quedaba para salvar a su novia era conseguir una de las pastillas y descubrir su composición. Por su parte, Loreto no podía salir, sufría de bulimia y estaba en tal estado de deterioro físico que no podría acompañar a su amiga.
A partir de este punto vemos qué experimentan y sienten las personas que están cerca a la protagonista. Descubrimos que Luciana era una de las mejores estudiantes de su clase, con un destacado talento para el ajedrez
o este es un resumen más corto
Una llamada en la madrugada despertó a Luis y Esther Salas, la voz de una enfermera los apuró con una noticia devastadora: su hija está en el hospital en estado de coma.
A través de un vocabulario sencillo y capítulos cortos, Jordi Sierra i Fabra nos adentra en su trama: Luciana, una joven de 18 años consumió por primera vez lo que aparentemente era una pastilla de éxtasis y un golpe de calor la dejó en la cama de un hospital. A partir de aquí conocemos los personajes y las implicaciones del consumo.