La Negra Hipólita es quizás la nodriza mas conocida del libertador.
La negra hipólita fue quien amamanto a su hijo y también al libertador Simón José Antonio de la Santisima Trinidad Bolivar Palacios, porque su madre Doña Maria de la Concepcion no podia por problemas con su estado de salud. Cabe destacar que antes de que la Negra Hipólita tuviera a su hijo, Simón Bolívar fue amamantado unas semanas por Doña Inés Mancebo de Miyares. Hipólita no solo amamanto a Bolívar sino que también le correspondió guiarle los primeros pasos y tolerar sus travesuras infantiles. El, era un niño rebelde, voluntarioso, audaz, sencillamente insoportable. José Sáenz y otros de suus tutores mostraron su incapacidad para poder domarlo, devolviéndolo nuevamente a la familia. Sólo la negra Hipólita supo como entregarse a este niño travieso, dejando en el todo su cariño, soportando muchos desvelos por dar al pequeño Simón Bolívar divertidos ratos, formandolo para el bien. Justamente este hecho llevó al pequeño Simón a tener un espíritu de superioridad y de mando, que seguramente influyeron más tarde en el carácter recio del Libertador. Algo que se debe resaltar es que con el tiempo Bolívar seguia triunfando pero nunca se olvido de sus nodrizas y les mandaba una pensión, aunque especialmente a la Negra Hipólita. Con el correr de los años y la cosecha de triunfos, Bolívar nunca se olvidó de sus dos nodrizas, especialmente de su negra Hipólita, haciendo que no les faltara una pensión.
La Negra Hipólita es quizás la nodriza mas conocida del libertador.
La negra hipólita fue quien amamanto a su hijo y también al libertador Simón José Antonio de la Santisima Trinidad Bolivar Palacios, porque su madre Doña Maria de la Concepcion no podia por problemas con su estado de salud.
Cabe destacar que antes de que la Negra Hipólita tuviera a su hijo, Simón Bolívar fue amamantado unas semanas por Doña Inés Mancebo de Miyares.
Hipólita no solo amamanto a Bolívar sino que también le correspondió guiarle los primeros pasos y tolerar sus travesuras infantiles. El, era un niño rebelde, voluntarioso, audaz, sencillamente insoportable. José Sáenz y otros de suus tutores mostraron su incapacidad para poder domarlo, devolviéndolo nuevamente a la familia.
Sólo la negra Hipólita supo como entregarse a este niño travieso, dejando en el todo su cariño, soportando muchos desvelos por dar al pequeño Simón Bolívar divertidos ratos, formandolo para el bien. Justamente este hecho llevó al pequeño Simón a tener un espíritu de superioridad y de mando, que seguramente influyeron más tarde en el carácter recio del Libertador.
Algo que se debe resaltar es que con el tiempo Bolívar seguia triunfando pero nunca se olvido de sus nodrizas y les mandaba una pensión, aunque especialmente a la Negra Hipólita.
Con el correr de los años y la cosecha de triunfos, Bolívar nunca se olvidó de sus dos nodrizas, especialmente de su negra Hipólita, haciendo que no les faltara una pensión.