La Muchacha que no conocía el sabor de la sal', las leyendas de la papa, la coca y el ekeko culminan en las novelas : "Plebe" (1943) y `La Niña de sus Ojos" (1948) en
¡s que explaya con fidelidad y vigor típicas costumbres mestizas paceñas.
LEYENDAS DE MI TIERRA, es de los repertorios primigenios del promisor autor, que -felizmente- mereció muchos premios en su faena literaria, pareja a la de enseñante apostólico , tal lo deja ver la ejemplar profusión de sus textos escolares. Sin duda, Antonio Díaz Villamil como señala su último biógrafo boliviano que vive y dicta cátedra de literatura en los
Estados Unidos de Norte América, Mario T. …ver más…
Tan confiados estaban en las buenas intenciones de sus vecinos que, hasta se olvidaron de manejar armas. Suprimieron los ejércitos por considerarlos ya inútiles en su tranquilo y apacible vivir. Habían olvidado lo que eran las guerras y sus temibles consecuencias.
Cierto día, los habitantes del norte despertaron azorados por un extraño ruido que parecía salir del interior de la tierra.
Fonnídables truenos vibraban aterradores en el seno del suela .
Las gentes asustadas miraban al cielo y a la tierra, sin saberqué hacer, presintiendo algún mal terrible, pero sin sabe- a quién acudir para conjurarlo.
Así pasaron varios siglos. Generaciones tras generaciones se sucedieron los sapallas gozando inalterablemente de la posesión de esa tierra generosa, en la cual, desde el mandato de
Viracocha, eran los "únicos señores".
Cayó el día, y la noche cubrió la tierra, mientras los pobladores seguían en su terrible angustia. De pronto, la noche lúgubre se alumbró fantásticamente con una luz roja y cegadora. Los mortales vieron entonces que de la cima de aquel diabólico monte brotaba hacia el suelo un enorme chorro de fuego líquido, que, después de elevarse como una columna altísima, se desdoblaba sobre sí misma, ramificándose como
Respuesta:
La Muchacha que no conocía el sabor de la sal', las leyendas de la papa, la coca y el ekeko culminan en las novelas : "Plebe" (1943) y `La Niña de sus Ojos" (1948) en
¡s que explaya con fidelidad y vigor típicas costumbres mestizas paceñas.
LEYENDAS DE MI TIERRA, es de los repertorios primigenios del promisor autor, que -felizmente- mereció muchos premios en su faena literaria, pareja a la de enseñante apostólico , tal lo deja ver la ejemplar profusión de sus textos escolares. Sin duda, Antonio Díaz Villamil como señala su último biógrafo boliviano que vive y dicta cátedra de literatura en los
Estados Unidos de Norte América, Mario T. …ver más…
Tan confiados estaban en las buenas intenciones de sus vecinos que, hasta se olvidaron de manejar armas. Suprimieron los ejércitos por considerarlos ya inútiles en su tranquilo y apacible vivir. Habían olvidado lo que eran las guerras y sus temibles consecuencias.
Cierto día, los habitantes del norte despertaron azorados por un extraño ruido que parecía salir del interior de la tierra.
Fonnídables truenos vibraban aterradores en el seno del suela .
Las gentes asustadas miraban al cielo y a la tierra, sin saberqué hacer, presintiendo algún mal terrible, pero sin sabe- a quién acudir para conjurarlo.
Así pasaron varios siglos. Generaciones tras generaciones se sucedieron los sapallas gozando inalterablemente de la posesión de esa tierra generosa, en la cual, desde el mandato de
Viracocha, eran los "únicos señores".
Cayó el día, y la noche cubrió la tierra, mientras los pobladores seguían en su terrible angustia. De pronto, la noche lúgubre se alumbró fantásticamente con una luz roja y cegadora. Los mortales vieron entonces que de la cima de aquel diabólico monte brotaba hacia el suelo un enorme chorro de fuego líquido, que, después de elevarse como una columna altísima, se desdoblaba sobre sí misma, ramificándose como
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