A la muerte de la reina, su cadáver recibió sepultura en el Convento de San Francisco de Barcelona, donde a lo largo de la Edad Media recibieron sepultura numerosos miembros de la familia real aragonesa, como el reyAlfonso III el Liberal. Allí permaneció sepultado el cadáver de la esposa de Pedro III durante varios siglos, hasta que en 1835 el Convento de San Francisco fue demolido, y la mayoría de los restos de las personas reales allí sepultadas, incluyendo a la reina María de Chipre, fueron trasladados a laCatedral de Barcelona.
En el siglo XX, los restos de la reina fueron colocados en un sepulcro, en el lado izquierdo del Altar Mayor de la Catedral de Barcelona, en el que también se encuentran los restos mortales de otras dos reinas de Aragón, la reinaConstanza de Sicilia, esposa de Pedro III el Grande, y la reina Sibila de Fortiá, cuarta esposa de Pedro IV el Ceremonioso. En el mismo sepulcro también descansan los restos de la reina Leonor de Aragón, reina de Chipre por su matrimonio conPedro I de Chipre, y nieta de Jaime II de Aragón. Los sepulcros, en los que los restos de las reinas fueron depositados en 1998, fueron realizados por el artista catalán Frederic Marès.
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mylii16
Loella es una niña de 12 años que vive sola, con sus 2 hermanos pequeños, en una cabaña en el bosque. No sabe nada de su padre y su madre la ha dejado para irse a ganar dinero. Sólo cuenta con el apoyo de su tía Adina, su vecino Fredrick Olsson y un espantapájaros que ella misma ha construído y al que llama Papá Pelerín. Un día recibe una carta de su madre informándole de que su amiga Agda se llevará a sus hermanos para cuidarlos y que ella se tendrá que ir a vivir al Hogar de los Niños. Durante el año que pasa en el Hogar, Loella se siente en un ambiente extraño y muy diferente al que tenía en el bosque. Asiste a la escuela, se relaciona con gente de su edad, empieza a conocer el significado de la amistad y también descubre la existencia de su padre, del que nunca había sabido nada. Así, comienza a fantasear y a albergar la esperanza de que se encontrará él. Piensa que el motivo por el que ella ha acabado en la ciudad es precisamente ése. Sin embargo, el tiempo pasa y no ocurre así. Termina el curso escolar y Loella y sus hermanos regresan a la caballa del bosque. Allí le espera una sorpresa, en el sitio donde debía estar Papá Pelerín, ya no se encuentra el espantapájaros, en su lugar, la está esperando su padre.
A la muerte de la reina, su cadáver recibió sepultura en el Convento de San Francisco de Barcelona, donde a lo largo de la Edad Media recibieron sepultura numerosos miembros de la familia real aragonesa, como el reyAlfonso III el Liberal. Allí permaneció sepultado el cadáver de la esposa de Pedro III durante varios siglos, hasta que en 1835 el Convento de San Francisco fue demolido, y la mayoría de los restos de las personas reales allí sepultadas, incluyendo a la reina María de Chipre, fueron trasladados a laCatedral de Barcelona.
En el siglo XX, los restos de la reina fueron colocados en un sepulcro, en el lado izquierdo del Altar Mayor de la Catedral de Barcelona, en el que también se encuentran los restos mortales de otras dos reinas de Aragón, la reinaConstanza de Sicilia, esposa de Pedro III el Grande, y la reina Sibila de Fortiá, cuarta esposa de Pedro IV el Ceremonioso. En el mismo sepulcro también descansan los restos de la reina Leonor de Aragón, reina de Chipre por su matrimonio conPedro I de Chipre, y nieta de Jaime II de Aragón. Los sepulcros, en los que los restos de las reinas fueron depositados en 1998, fueron realizados por el artista catalán Frederic Marès.